«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

China rechaza la reciente imposición de nuevos aranceles de EE.UU.

China rechazó este viernes la imposición arancelaria anunciada la víspera por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al asegurar que no es el «camino correcto» para resolver las tensiones entre ambos países.

«Añadir aranceles no es definitivamente una manera constructiva de resolver las fricciones económicas y comerciales. No es el camino correcto», declaró el ministro chino de Exteriores, Wang Yi, a la salida de una reunión política en Bangkok, donde coincide con el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció el jueves, un día después de que concluyera sin acuerdo una ronda de conversaciones bilateral, la imposición de nuevas tarifas arancelarias del 10 % sobre importaciones chinas valoradas en 300.000 millones de dólares a partir del 1 de septiembre próximo.

En la capital tailandesa, Pompeo defendió hoy el anuncio de nuevos aranceles y recriminó a Pekín que se echara atrás ante un principio de acuerdo alcanzado en la última ronda de negociaciones.

«Durante décadas China se ha aprovechado del comercio a costa de EE.UU. y de otros países en Asia. Esto tiene que acabar. El presidente Trump dice que lo arreglará. Y arreglarlo requiere determinación», dijo Pompeo.

«Lo que queremos es sencillo y los chinos llegaron a estar de acuerdo. Pero luego se echaron atrás (…) Había un acuerdo encima de la mesa que nos habría puesto en el buen camino», añadió el jefe de la diplomacia estadounidense.

Las conversaciones en Shanghái fueron las primeras de alto nivel desde que Trump y el presidente chino, Xi Jinping, acordaran una tregua en la reunión del G20 de finales de junio por la que EE.UU. frenó la nueva imposición de aranceles y accedió a permitir la venta de productos de tecnología a Huawei.

Las tensiones entre Washington y Pekín tienen sus raíces en el desequilibrio de la balanza comercial a favor de China, que exporta 419.000 millones de dólares más de lo que importa desde Estados Unidos, y que Trump asegura que se debe a las injustas prácticas comerciales del gigante asiático.

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