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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

DIA y sus acreedores no logran cerrar las condiciones de su acuerdo en plazo

El grupo DIA ha anunciado este lunes que por el momento no ha conseguido cerrar al detalle el acuerdo de principios que alcanzó hace casi un mes con las entidades acreedoras sobre su financiación, para lo que inicialmente se marcó de plazo límite el pasado 15 de junio.

En un comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la compañía ha incidido en que las negociaciones prosiguen para cerrar el documento «lo antes posible» y lograr » una estructura de capital viable a largo plazo para DIA en términos y condiciones aceptables».

Desde la compañía -controlada ahora de forma efectiva por el equipo del magnate ruso Mijaíl Fridman tras el éxito de su opa- recuerdan que existe la opción de romper el pacto alcanzado inicialmente si considerasen «que no es posible alcanzar pronto un acuerdo ejecutable».

Fuentes próximas a la negociación han apuntado a Efe que el número de acreedores ha aumentado y ha pasado de 12 a 17 después de que algunos bancos vendieran sus créditos en DIA a fondos de inversión, lo que ha añadido «complejidad» a las conversaciones.

Han señalado, asimismo, que se espera la firma de un acuerdo definitivo «en los próximos días» una vez se consensúen ciertos «tecnicismos» y las fórmulas concretas para lograr dicha financiación.

El principio de acuerdo enviado a la CNMV el pasado 20 de mayo precisaba que en caso de no haberse suscrito formalmente «los contratos y la documentación vinculante» sobre esta nueva financiación antes del 15 de junio, LetterOne -la sociedad a través de la que Fridman posee el 69,76 % del capital de DIA- tendría «derecho a terminar» el pacto.

Dicho acuerdo fue alcanzado «in extremis» el pasado 20 de mayo después de semanas de negociaciones y permitió a la firma no tener que pedir el preconcurso de acreedores.

El pacto en última instancia dependía de las conversaciones con el Banco Santander, dueño del mayor porcentaje de deuda de DIA con cerca de 300 millones de euros.

La existencia de un consenso con los acreedores era una de las tres condiciones exigidas por Fridman para lanzar una ampliación de capital por 500 millones de euros que permita a la firma recuperar su equilibrio patrimonial, operación que todavía está pendiente de ejecutar a la espera de esta última negociación con los acreedores.

El principio de acuerdo divulgado el 20 de mayo incluía una nueva línea de financiación por valor de 380 millones de euros para cubrir «las necesidades de liquidez» del grupo, además del compromiso de poder aplazar el vencimiento de toda su deuda hasta 2023, entre otros puntos.

Además, en él se precisaba también que si DIA no recibe la inyección de capital prevista (los 500 millones de la ampliación, bien directamente bien a través de un préstamo participativo concedido por LetterOne a recuperar posteriormente) antes del próximo 19 de julio, el principio de acuerdo «se terminará automáticamente, salvo que se acuerde lo contrario».

Uno de los puntos clave de la negociación que desembocó en el documento de mayo fue el requisito colocado por el Santander de que no existiera «discriminación» entre los bancos acreedores y los bonistas a la hora de recuperar su inversión.

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