El apagón eléctrico de este lunes en España ha reavivado el debate en el sector sobre el papel de la energía nuclear en la prevención de futuras crisis, tanto en términos de producción como de coste. Uno de los casos más preocupantes es el de Cataluña, donde el 59,1 % de la generación eléctrica depende de los dos reactores de Ascó y del único reactor aún en funcionamiento en Vandellós.
El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha advertido de que «no resulta prudente» mantener el actual calendario de cierre de las centrales nucleares, dado que esta fuente representa aproximadamente el 20 % del mix energético español. Además, ha subrayado que el impacto podría ser especialmente grave en Cataluña, donde cerca del 60 % de la electricidad proviene de la energía nuclear.
Asimismo, el alcalde de Ascó, Miquel Àngel Ribes, ha destacado que la central nuclear es un pilar fundamental para este pequeño municipio, que cuenta con poco más de 1.600 habitantes. En concreto, ha señalado que «no sólo se trata del dinero que aporta, sino de toda la economía que genera en su entorno». Según Ribes, si se lleva a cabo el plan de cierre previsto por el Gobierno, «perderemos nuestra principal industria».
