El crudo Brent, de referencia en Europa, subía un 10,5 % en el mercado de futuro de Londres a raíz de los ataques del fin de semana contra las principales refinerías saudíes.
El petróleo del International Exchange Futures, para entrega en noviembre, cotizaba al comienzo de la sesión de este lunes en 66,56 dólares, frente a los 60,23 dólares al cierre del pasado viernes.
Los precios del oro negro se han disparado después de que los ataques con drones contra dos refinerías de Arabia Saudí redujeran en más de un 5 % el suministro global del crudo.
El gigante petrolero Aramco, el principal del mundo, ha indicado que pasarán varias semanas hasta que sus instalaciones vuelvan a operar con normalidad, lo que hace temer sobre las consecuencias que ello pueda tener en el suministro de crudo a nivel mundial.
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«No existe ninguna necesidad de tomar algún tipo de medida de carácter urgente», afirmó el ministro de Energía ruso, Alexandr Nóvak.
Según el titular de Energía, a nivel mundial existe una cantidad suficiente de reservas comerciales de petróleo para cubrir a medio plazo la caída de la producción.
Nóvak estimó que de momento todo dependerá de una valoración de las consecuencias de los ataques, tras lo cual se podrá definir la gravedad de los daños y su incidencia en la producción y suministros.
«Pero reitero que todo dependerá del tiempo que tome paliar las consecuencias del cese de la operación de esta infraestructura», señaló.
El gigante petrolero Aramco, el principal del mundo, ha indicado que pasarán varias semanas hasta que sus instalaciones vuelvan a operar con normalidad, lo que hace temer sobre las consecuencias que ello pueda tener en el suministro de crudo a nivel mundial.
De acuerdo con Aramco, los ataques -de los que Estados Unidos ha culpado a Irán- han recortado aproximadamente la producción de crudo en unos 5,6 millones de barriles diarios.
Los rebeldes hutíes del Yemen lanzaron el pasado sábado un ataque con diez aviones no tripulados contra dos refinerías de Aramco en el este de ese país árabe.
Este es el segundo ataque de envergadura de los rebeldes yemeníes en menos de un mes contra instalaciones de Aramco, al que las agencias crediticias Moody’s y Fitch consideran la empresa con más ganancias del mundo, con un beneficio neto que estimaron en 111.100 millones de dólares en 2018.
Los ataques con drones a aeropuertos y objetivos militares y petroleros saudíes son comunes desde las filas rebeldes, y en las últimas semanas se han producido casi diariamente.
El conflicto yemení estalló a finales de 2014 cuando los rebeldes ocuparon Saná y otras provincias del país y expulsaron al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, hoy exiliado en Arabia Saudí.
Riad y sus aliados árabes intervienen militarmente en el conflicto desde marzo de 2015 para tratar de derrotar a los hutíes, apoyados por Irán, y restituir al dirigente exiliado.