Las «favorables» estadísticas laborales de las que presume el Gobierno están causadas, principalmente, por la temporalidad, que se ha enquistado en el sector público. Hoy, un puesto de trabajo en la administración pública es casi antónimo de estabilidad, algo impensable hace algunos años. Estas alteraciones en el mercado laboral, que han traído precariedad, son las que Pedro Sánchez califica como «cohete» económico.
El último informe de Randstad ofrece una visión clara de este cambio. Según la multinacional, el sector público alcanzó un nuevo máximo en su tasa de temporalidad al finalizar el primer semestre del año, situándose en un 29,5%, muy por encima del 12,3% registrado en el sector privado. La diferencia de 17,2 puntos porcentuales es la más alta jamás registrada, y marca el vigésimo trimestre consecutivo en que la temporalidad en el sector público supera a la del privado, según adelanta el diario Vozpópuli.
Este aumento de la inestabilidad laboral se debe, en gran parte, al uso generalizado de los contratos fijos discontinuos, promovidos por la reforma laboral impulsada por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Según Randstad, el 22,7% de los empleados en la Administración pública tiene este tipo de contrato. Además, un 3,6% cuenta con un contrato temporal por circunstancias de la producción, un 3,2% con uno de obra o servicio, y un 0,6% con un contrato eventual de otro tipo, sumando todos ellos el 29,5% de la temporalidad total en el sector.
La Encuesta de Población Activa (EPA) también pone de relieve el incremento de la temporalidad en las Administraciones desde que Pedro Sánchez llegó al poder. El número de trabajadores temporales en el sector público ha aumentado un 32% (de 777.100 a 1,03 millones), mientras que los contratos indefinidos solo han crecido un 7,9%. Globalmente, la contratación ha sido más alta en el sector público que en el privado: 14% frente a 11,7%.
Otro dato preocupante que arroja el informe de Randstad es el número de desempleados de larga duración. En el primer trimestre de 2024, más de 1,1 millones de personas llevaban más de un año buscando empleo. Aunque la cifra ha disminuido ligeramente en comparación con el mismo periodo del año anterior (43.000 personas menos), sigue siendo alarmante, ya que representa al 38,5% del total de parados, es decir, casi seis de cada diez desempleados han tardado más de 12 meses en encontrar trabajo.