Francia defiende la creación de un «fondo de recuperación» dirigido a ayudar a los países de la Unión Europea (UE) más afectados por la crisis del coronavirus, pero descarta que vaya a ser aprobado en el Consejo Europeo que mantendrán mañana los líderes comunitarios.
Fuentes del Elíseo reconocieron este miércoles que la cuestión de la solidaridad «es la más complicada» de abordar por los países de la UE, aunque hicieron hincapié en que su creación suscita hoy consenso, por lo que ahora se trata de definir su dotación y sus modalidades.
«Si mañana (en el Consejo Europeo) hubiese un acuerdo, sería malo, porque todavía hay divergencias. Un acuerdo precipitado sería un mal acuerdo. El debate debe continuar, porque todavía no tenemos una visión clara del impacto económico y, desgraciadamente, no estamos al final del túnel», subrayaron.
El Gobierno francés cree que las discusiones se prolongarán varias semanas y requerirán idealmente un encuentro físico -y no telemático- de los líderes europeos, que podría celebrarse «alrededor del verano».
París considera que la propuesta que presentará el jueves el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en el Consejo Europeo «va en la buena dirección» y reitera que apoya «los principios» en que se fundamenta.
España planteará a sus socios comunitarios crear un fondo europeo de hasta 1,5 billones de euros que se financiaría con deuda perpetua -de la que solo se pagarían los intereses- y vinculada al presupuesto de la UE.
El ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, por su parte, ha dicho que el fondo debería estar dotado con «al menos» un billón de euros y servir para durante un máximo de cinco años invertir prioritariamente en sanidad, pero también en proteger sectores sacudidos por la crisis (como el automovilístico y aeronáutico), impulsar la transición energética y las nuevas tecnologías.
París se muestra reticente a la idea de una deuda perpetua preconizada por Madrid, y opta más bien un reembolso «a largo plazo, en veinte años por ejemplo». Aunque adelanta que esa cuestión no será solventada mañana en el Consejo.
Francia rechaza que el fondo se destine únicamente a préstamos, como sugieren algunos países, sino que quiere que también incluya «transferencias» dirigidas a la recuperación económica, ya que sin ello «no existiría esa dimensión de solidaridad», según las fuentes.
Le Maire ha insistido en que el reparto deberá hacerse en función de cómo hayan sido golpeados los países europeos y no según los esfuerzos hechos en el pasado para sanear las cuentas públicas.
El presidente Emmanuel Macron no excluye la posibilidad de que el acuerdo sobre ese fondo se tenga que cerrarse finalmente «en un formato más restringido» de países, si no se consigue la luz verde de todos los socios.