En los últimos años, cerca de 360 empresas españolas de diversos sectores han decidido trasladar parte de su producción o expandir sus operación a Marruecos. Según datos de ICEX, entre los factores decisivos están los menores costes laborales y las ventajas fiscales, como también la posibilidad de evadir la hiperregulación europea del Pacto Verde.
El país vecino ofrece amplias oportunidades a las empresas y, en específico, a un 10% de ellas que pertenecen a la industria agroalimentaria. De esta manera, ICEX subraya que «la agricultura y la agroindustria son sectores vitales» ya que aproximadamente un 33% de la fuerza laboral del país trabaja en el sector, representando un 14% del PIB. Asimismo, «la agroindustria también juega un papel crucial en la economía».
En este contexto, existen varios motivos por los que las empresas deciden trasladar su producción. Teniendo en cuenta que los costes laborales son significativamente inferiores a los España, las compañías observan una optimización de la rentabilidad y una reducción de tiempos ante la proximidad geográfica. Además, el argumento estrella de los agricultores europeos es que el campo marroquí no tiene que cumplir las mismas normas medioambientales.
Entres las empresas españolas que han decidido trasladar su producción están Ebro Foods, Grupo Borges o Juver. Las tres empresas han aprovechado el país vecino para expandirse y, en el caso de Juver, para importar y distribuir un gran grupo alimentario junto a otras empresas.