Los funcionarios de la Agencia Estatal Tributaria (AEAT) en Cataluña están solicitando traslados debido a la fragmentación de la institución y el pacto alcanzado entre el PSOE y ERC sobre un «cupo catalán» como parte de la negociación para la investidura de Salvador Illa.
Un año después de que el Gobierno de Pedro Sánchez llegara a un acuerdo con Junts para «negociar la cesión del 100% de los impuestos recaudados en Cataluña», los peores temores de los empleados públicos se han confirmado. Inicialmente, el Ejecutivo había planteado un modelo de colaboración entre la AEAT y la Agencia Tributaria de Cataluña, descartando la creación de un cupo, pero finalmente se ha dado un paso más allá: se ha acordado con ERC el establecimiento de una agencia independiente y un concierto fiscal.
Los aproximadamente 4.000 empleados de la AEAT en Cataluña se ven ahora abocados a la posibilidad de ser transferidos a una agencia catalana independiente, una de las primeras pruebas en la cesión de estructuras estatales a nivel regional. Esta agencia, que estará bajo el control del Gobierno catalán, ha sido influenciada por el movimiento separatista casi desde su creación. Inicialmente, solo se ocupaba de los impuestos transferidos de Patrimonio, Sucesiones y Transmisiones, pero ahora pretende asumir mayores responsabilidades.
El ambiente en la Delegación de la AEAT en Cataluña es de gran preocupación. Muchos empleados buscan abandonar sus puestos, aunque deberán esperar a que se convoquen concursos o paneles de selección. Algunas fuentes consultadas por The Objective indican que ciertos funcionarios podrían obtener traslados a través de puestos de libre designación.
Por su parte, abogados y expertos fiscales en Cataluña han confirmado que los trabajadores públicos con los que interactúan están deseosos de irse. Temen que el traspaso a la Agencia catalana sea un desastre, tanto a nivel profesional como ciudadano, ya que consideran que esta no está preparada para gestionar impuestos clave como el IRPF o el Impuesto sobre Sociedades.
La salida de los funcionarios jóvenes, que han cumplido su período obligatorio de dos años en Cataluña tras formarse en la Escuela de Hacienda Pública, ya ha comenzado. Solicitan su traslado a otros destinos a través de concursos, paneles o procedimientos internos.
En medio de este contexto, la Agencia Tributaria de Cataluña está acelerando sus procesos de contratación. Según fuentes cercanas, ya cuentan con cerca de 1.000 empleados y están convocando plazas para inspectores, técnicos y gestores tributarios con el objetivo de robustecer su estructura. Su meta es poder asumir la gestión del 100% de los impuestos recaudados en la comunidad. Recientemente, se han adjudicado varias plazas de inspectores y técnicos tributarios en distintas ciudades catalanas, lo que muestra la determinación de la Agencia en avanzar hacia su independencia.
A pesar de estos esfuerzos, fuentes de la AEAT en Cataluña señalan que la Agencia Estatal también está intentando paliar las masivas jubilaciones que se avecinan mediante sus propias convocatorias.