Las importaciones de diésel desde Marruecos se han disparado: sólo entre marzo y abril de 2025, los puertos españoles han recibido 123.000 toneladas de gasóleo procedente del país gobernado por Mohamed VI. Según datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES), esta cifra supera con creces las 90.000 toneladas acumuladas en los cuatro años anteriores.
Fuentes del sector han señalado que «parte de ese combustible podría tener origen ruso», aunque advierten que resulta prácticamente imposible rastrear su procedencia exacta. En este contexto, mientras que la Unión Europea impuso sanciones al petróleo ruso en febrero de 2023 como represalia por la invasión de Ucrania, Marruecos no ha adoptado medidas similares, lo que facilita el comercio con Moscú.
Además, las cifras han confirmado que Marruecos continúa comprando diésel a Rusia. En lo que va de 2025, ha recibido más de un millón de toneladas, lo que representa el 25% de sus importaciones, según la plataforma de seguimiento de buques Vortexa. Esta misma fuente indica que en 2024, el 9% de los 6,5 millones de toneladas de diésel importadas por Marruecos también provenía de Rusia.
Con la llegada de los primeros buques cargados desde Tánger, el Ministerio para la Transición Ecológica abrió una investigación, aunque no ha podido demostrar que el producto provenga directamente de Rusia. Especialistas han explicado que, a diferencia del crudo, el diésel es más difícil de rastrear por su uniformidad en cuanto a viscosidad y características técnicas.