España es el cuarto país, tanto de la OCDE como de Europa, con mayor dependencia fiscal de las empresas, ya que el 48,8% de la recaudación total proviene de impuestos sobre la actividad empresarial, frente al 39,4 % en el conjunto de la Unión Europea. Así se desprende del informe Competitividad fiscal empresarial 2025: El nuevo indicador de la contribución fiscal empresarial total, elaborado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE) y presentado por su director general, Gregorio Izquierdo.
El informe ha señalado que España mantiene una estructura fiscal que impone una de las mayores cargas impositivas sobre el tejido empresarial entre los países desarrollados. En particular, el IEE ha advertido que «en un contexto internacional marcado por la competencia fiscal entre jurisdicciones para atraer capital, talento y actividad productiva, la elevada contribución empresarial al sostenimiento del sistema tributario español constituye una desventaja estructural».
Para cuantificar esta carga, el IEE ha elaborado un índice sobre el peso de la contribución fiscal empresarial total en los países de la OCDE, del que se desprende que España soporta una de las mayores presiones fiscales sobre la actividad empresarial tanto en la OCDE como en la UE. Según la economista de la Tax Foundation, Cristina Enache, España ocupa el cuarto lugar en cuanto a dependencia fiscal de las empresas, con un 48,8 % de la recaudación proveniente de este sector, frente al 39,4 % de media en la UE.
Además, si se relaciona esta carga con el PIB, los impuestos empresariales en España representan un 17,8 %, muy por encima del promedio de la OCDE (12,8 %) y de la UE (14,8 %). No obstante, el dato más revelador aparece al analizar la presión fiscal sobre el Excedente Bruto de Explotación, donde se ha reflejado con mayor precisión el peso real de la fiscalidad sobre las empresas en España.
