Hoy, la primera página de Eurostat coloca como información actualizada y en el primer recuadro, una información que dice déficit -3,3% y a continuación otro que indica que la deuda es del 83,5%.
Al colocarlos en esta posición destacada, nos indica que son indicadores muy importantes para la Comisión Europea y para Eurostat y que ya se dan por definitivos para 2022 y que son los que han comunicado los respectivos países, desde los Ministerios de Finanzas. En nuestro caso, oficialmente, lo envió el Ministerio de Hacienda el 29 de septiembre, pero la fecha de llegada ha sido dos semanas después, que es el tiempo medio en que tarda en llegar un documento desde España a Bruselas.
Así que ya con los datos definitivos y oficiales de todos los países podemos afirmar, con orgullo y satisfacción, que España está entre los primeros de la Unión Europea. Obviamente este es un indicador negativo, a mayor déficit peor lo estás haciendo, cuanto más déficit tienes, más complicaciones económicas puedes llegar a tener.
Por lo tanto, estar entre los primeros debería de ser una mala noticia para el Gobierno, pero en el fondo como todo les da lo mismo, no importa.
En estos momentos en la Unión Europea a un paso para que entremos en normalidad fiscal, que significa un déficit máximo del 3% y de una deuda no superior al 60%, lo que podemos decir es que España no va bien.
En la Unión Europea hay 16 países de los 27 que cerraron el año 2022 cumpliendo los objetivos definidos en 1992 en el Tratado de Maastricht de los cuales, además, hay cinco con superávit y por lo tanto demostrando que no siempre los países tienen que estar generando déficit, ni deuda.
De los 11 países que están fuera del cumplimiento de los objetivos de convergencia, hay otros cuatro que están cerca de entrar y que, por lo tanto, es relativamente sencillo para ellos conseguir llegar a cumplir estos objetivos. Veamos cómo se distribuye este déficit por países:
Lo primero que hay que decir es que, tanto la Unión Europea de los 27, junto con la Eurozona, no están cumpliendo en estos momentos sus objetivos. Mientras la Eurozona está en un déficit del 3,6%, la Unión de los 27 está mejor con solo un 3,3%.
Esto está demostrando de forma permanente que los países grandes lo estamos haciendo mucho peor que los países pequeños y lo mal que lo hacen los grandes repercute enormemente en los países pequeños y en las medias de los resultados.
Así vemos que entre los 11 países que lo están haciendo peor, tenemos a Italia en primera posición con un 8% de déficit, a Francia en quinta posición con un déficit del 4,8%, a España en sexta posición con un 4,7% y a Polonia en octava posición con un 3,7%. Tenemos en segunda posición a Rumanía con un 6,3% y a Hungría con un 6,2 % en tercera posición. En este pelotón de los malos están también Malta, Letonia, Bélgica, Austria y Chequia, aunque estas últimas muy cerca de cumplir con la convergencia.
En el grupo de los mejores y con superávit están Croacia, Suecia, Irlanda, Chipre y Dinamarca, destacando esta última con un superávit del 3,3%, Chipre con un 2,4% e Irlanda con un 1,7%.
La realidad es clara y meridiana: Italia, Francia y España tienen un muy grave problema de déficit, que hay que cortar porque cada euro de déficit se convierte en un euro de deuda y esa deuda hace que la Unión Europea esté 23,5 puntos por encima de media de deuda sobre PIB.
Un PIB que, en términos nominales, crece mucho más de lo habitual por culpa de la inflación, y eso sirve para ayudar a reducir los porcentajes de deuda sobre el PIB. Esta fórmula en épocas de control de la inflación puede considerarse válida, pero en épocas en que el PIB real no crece, y el nominal lo hace al ritmo de la inflación, ese porcentaje queda completamente invalidado.
Está claro que hoy la UE tiene tres muy graves problemas:
1) El del crecimiento económico. La UE se ha parado y no crece en términos reales.
2) El gasto público, que se ha disparado y está provocando una sangría económica que obliga continuamente a los países a subir los impuestos, que frenan el crecimiento.
3) La deuda, que es un problema aparentemente sin importancia para los jefes de gobierno de los 27 países, pero que en cualquier momento puede convertirse en uno de los problemas más serios que puede tener la Unión Europea.
Y si la deuda se convierte en un problema, Italia, que es la que mayor deuda tiene sobre su PIB, puede ser la más perjudicada, aunque en 2023 lo está haciendo mucho mejor. Los expertos, aún así, empiezan a mirar a Francia como un país de muy alto riesgo y, sin duda, España —que se salió del carril— va a tener enormes dificultades para volver a una senda de raciocinio.