Eurostat ha publicado los datos del Índice de Precios Armonizado (IPCA) para todos los miembros de la Unión Europea, con el desglose de los 12 subíndices que son los que permiten calcular la subida de los precios. A continuación, vamos a analizar el subíndice que afecta a los precios de los alimentos que, a su vez, está desglosado por 60 productos diferentes a los que se controlan los precios para saber cómo se comporta este subíndice.
El cálculo del IPCA lo hacen las agencias de estadística de cada país. En nuestro caso, el responsable de calcularlo es el Instituto Nacional de Estadística (INE), que proporciona un avance en los últimos días de cada mes y el cálculo desglosado a mitad del mes siguiente.
Esto quiere decir que el INE calcula dos índices de precios, el IPC para España y el IPCA para Eurostat; y todos los meses da la casualidad de que el IPCA es superior, aproximadamente en dos décimas. Sin embargo, hasta ahora ningún Gobierno ha tomado la decisión de no mantener dos series de datos paralelas y ajustarse al modelo europeo porque les perjudicaría, al menos en el primer año (a partir del segundo ya no sucedería).
A quien beneficia la inflación es al Gobierno porque, gracias a ella, recauda más IVA (porque los precios son más altos), recauda más IRPF (ya que suben más los salarios) y, como no, deflacta las tablas de cotización e ingresa mucho más. Básicamente debido a que los salarios son más altos y recauda más en cotizaciones sociales, ya que al subir los salarios, automáticamente los empresarios tienen que pagar más en valor absoluto.
Sólo por estas razones al Gobierno español, que está metido en una vorágine descontrolada de gastos, le viene muy bien la inflación para poder ingresar más todos los meses, como así viene sucediendo desde que se inició este proceso inflacionario. Pero el hecho de que a las familias cada vez les cueste más llegar a final de mes antes o después les va a pasar factura, porque la realidad es que la gente empieza a estar enfadada y molesta, pero de lo que no hay ninguna duda es de que a acorto plazo siempre gana la «banca», en este caso el Gobierno.
Los datos de la inflación de los alimentos son muy preocupantes. No es que seamos líderes de la Unión Europea, es que además estamos 2,8 veces más altos que la media Europea y 2,3 veces más que la Eurozona. Si nos comparamos con los grandes de la UE, podemos ver que nuestro Índice de Precios de los alimentos está un 50% más alto que Polonia, un 121% más alto que Alemania, un 162 % más que Italia, un 320% más altos que los Países Bajos y un 425% más altos que Francia.
No hay que pedir permiso a nadie en la Unión Europea, porque para que controlemos la inflación no nos van a poner ningún problema. Eso sí, la Agencia Tributaria recaudará menos dinero y, o se controlan los gastos, o superaremos con creces el objetivo de déficit. Pero hay algo que España no puede permitirse y es que los precios sigan subiendo un 180% más que la media de toda Europa.
