La diferencia entre los trabajadores españoles y los del resto de Europa sigue ensanchándose. Desde 2019, los salarios reales en España han disminuido un 2,5%, mientras que en el resto de la UE han aumentado en promedio un 2,3%. Este incremento en la brecha del poder adquisitivo, que se ha agrandado casi cinco puntos en apenas cinco años, es parcialmente atribuido a la inmigración por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).
En su ‘Informe sobre la ejecución presupuestaria, deuda pública y regla de gasto 2024 de las AAPP’, la entidad presidida por Cristina Herrero subraya que, aunque los salarios negociados en convenio crecen a la par que la inflación subyacente este año, en términos reales —ajustados por el incremento de precios— están por debajo del nivel pre-pandemia.
Las subidas salariales, especialmente pactadas a partir de 2023, no han sido suficientes para compensar el ciclo inflacionario que comenzó en 2021. Es relevante recordar que, a mediados del año pasado, sindicatos y patronal firmaron el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), que no incluyó subidas retroactivas para 2022, el año más perjudicial para los trabajadores españoles.
Aunque la inflación ha sido un fenómeno que ha afectado a toda la UE, la AIReF atribuye en parte la mala situación de España al saldo migratorio. Según su informe, «el fuerte flujo de inmigración podría estar permitiendo que la escasez de mano de obra sea menor a la observada en otras economías del área del euro».
A pesar de que muchos sectores llevan dos años alertando sobre la dificultad para encontrar trabajadores, España presenta una de las tasas de vacantes más bajas de toda la UE. En el primer trimestre, el porcentaje de vacantes sobre el total de ocupados fue del 0,9%.
Teóricamente, más vacantes deberían traducirse en salarios más altos, ya que las empresas mejorarían sus ofertas para atraer y retener empleados. Sin embargo, la AIReF sugiere que la llegada de inmigrantes en edad laboral está limitando este efecto. Los empresarios españoles no encuentran tantas dificultades para cubrir puestos de trabajo, por lo que no sienten la necesidad de ofrecer mejores salarios.
No obstante, el organismo reconoce que la inmigración ha contribuido al dinamismo de la economía española. La llegada de población en edad de trabajar ha permitido que el mercado laboral alcance su máximo histórico, con casi 21,4 millones de afiliados a la Seguridad Social. Además, ha sostenido el consumo privado, ya que la creación de nuevos hogares genera gasto.
Sin embargo, la AIReF advierte que la inmigración es solo un «alivio» temporal y que el dinamismo económico no podrá mantenerse indefinidamente. En otro aspecto, el informe de la AIReF también revela que la tasa de ahorro de los hogares españoles ha aumentado significativamente en 2023 y principios de 2024, alcanzando niveles anteriores a la pandemia. Este incremento se debe principalmente al aumento de la renta disponible real (un 6,5% en 2023), impulsado por el crecimiento de los salarios, las prestaciones y las rentas de arrendamiento.
El aumento del ahorro, sin embargo, no ha sido uniforme. Los hogares de mayor edad y con rentas más altas son los que más han ahorrado, mientras que los hogares con menores ingresos, al no poder ahorrar, enfrentan más dificultades para adquirir vivienda y destinan más del 40% de su gasto a vivienda y suministros.
Este panorama sugiere que, a pesar del aumento del ahorro, el consumo privado podría crecer a un ritmo moderado en los próximos trimestres, dibujando un escenario de desigualdad presente y futura.
