Los funcionarios han advertido que el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) podría colapsar en breve, tras un año sin respuesta a las alarmas ya planteadas a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. En una carta enviada el pasado 13 de mayo al director general del SEPE, Gerardo Gutiérrez, el sindicato CSIF ha denunciado una situación «insostenible» por la falta de recursos humanos y materiales, una sobrecarga creciente de trabajo y el mal funcionamiento del sistema informático.
La plantilla, la más reducida de la historia, con sólo 7.389 trabajadores, ha sufrido un aumento de tareas derivado de la reforma de los subsidios y la transición al Ingreso Mínimo Vital (IMV), una competencia ajena al SEPE pero que ahora también deben asumir. CSIF ha afirmado que el caos operativo se ha agravado con la implantación del sistema, una herramienta informática que consideran ineficaz y «desastrosa», y cuya gestión está generando constantes incidencias sin resolver.
En este contexto, los trabajadores han asegurado que no pueden ni atender la cita previa diaria presencial por la falta de personal, y que el volumen de solicitudes supera ampliamente la capacidad del organismo. Además, han criticado la falta de autocrítica desde el Ministerio y han pedido paralizar de forma temporal el uso del sistema informático hasta que funcione correctamente, recuperando sistemas anteriores más eficientes.
Entre sus exigencias, los sindicatos han reclamado la incorporación de 2.500 interinos para reforzar la gestión del IMV, la implantación voluntaria de la jornada de tarde para aliviar la carga laboral y que se hagan más atractivas las plazas del SEPE, ya que muchas de las ofertadas en el último concurso quedaron vacantes. Por último, han pedido que se acelere la conversión del SEPE en la Agencia Española de Empleo, advirtiendo de que, si no se toman medidas urgentes, el colapso del servicio es solo cuestión de tiempo.