«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

G.Canaria podría albergar casi 2.000 millones de Toneladas del nuevo oro tecnológico

La rocas formadas en la segunda gran etapa de los procesos que hicieron emerger la isla de Gran Canaria pueden albergar hasta 1.814 millones de toneladas de tierras raras, el nuevo objeto de deseo en la guerra comercial de China y EEUU, por su importancia para la industria tecnológica.

Conocidas también por sus siglas en inglés, REE (de «Rare-Earth Elements»), las «tierras raras» no son ni tierras, ni tan escasas como sugiere su nombre, sino metales relativamente distribuidos por toda la corteza terrestre, pero reciben ese nombre porque, en realidad, resulta muy difícil encontrarlos en concentraciones lo bastante altas para que sea rentable extraerlos y explotarlos.

Se trata del escandio, itrio, lantano, cerio, cerio, praseodimio, neodimio… 17 elementos en total, de importancia capital para la fabricación de componentes de alta tecnología, en campos que van desde la computación a la defensa y la industria espacial, pasando por las telecomunicaciones y las energías renovables.

Con un problema para occidente: el 80 % de la producción mundial de tierras raras se concentra en China, según cifras oficiales difundidas por la Comisión Europea, que por eso incluyó en 2017 a las REE en su último listado de «Materias primas críticas».

Un equipo de nueve investigadores de las Universidades de Las Palmas de Gran Canaria, Barcelona, La Laguna y Córdoba publica en la revista «Journal of Geochemichal Exploration» una estimación de la «reserva» de tierras raras que puede encontrarse en Gran Canaria en un tipo de rocas volcánicas formadas hace entre 14,1 y 7,3 millones de años, tras emerger la isla del océano Atlántico.

Inmaculada Menéndez, Marc Campeny y el resto de firmantes del trabajo lo dejan claro en varios puntos del artículo para que nadie se llame a engaño: con el nivel de ocupación que tiene Gran Canaria, donde viven 860.000 personas; su dependencia del turismo y el alto grado de protección de su territorio (el 49 % de la isla es espacio natural protegido) será difícil explotar esa riqueza mineral.

Y las mayores concentraciones se han encontrado en un tipo de rocas félsicas formadas a lo largo de siete millones de años en los que el vulcanismo depositó unos 1.000 kilómetros cúbicos de materiales sobre el gran «escudo» en el que se asienta la isla.

La concentración media de REE en las muestras que han tomado por toda la isla es de 672 miligramos por kilo (o 672 gramos por tonelada), una cifra de la que deducen que el potencial total de tierras raras existente en esos 1.000 km3 de rocas volcánicas de 2.700 kilos/m3 de densidad ronda los 1.814 millones de toneladas.

En algunos lugares de la isla, como el barranco de Fataga, la cantidad de tierras raras en las rocas supera el kilo por tonelada, con concentraciones de algunos elementos, como el lantano o el cerio, que multiplican por diez su abundancia media en la Tierra.

Estos resultados, apuntan, demuestran el potencial que tienen este tipo de rocas en islas volcánicas oceánicas, si bien los factores ambientales y socioeconómicos pueden limitar «drásticamente» su explotación.

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