La Contabilidad Nacional sólo refleja a cierre del mes de mayo una cifra de gasto de 60.031 en Operaciones no Financieras, según los datos publicados en la web de Hacienda.
Estos datos equivalen al 23,9% del gasto presupuestado para 2024, procedente de los Presupuestos Generales del Estado de 2023 que fueron renovados por el Gobierno ante la imposibilidad de aprobar en las Cortes unos presupuestos nuevos para 2024.
Es muy raro que la Contabilidad nacional de las Operaciones No Financieras sólo lleve contabilizados un 23,9%, cuando en las Operaciones Financieras lleva un 46% y cuando además el Tesoro Público ha informado de que a mes de mayo de 2024 la deuda nueva generada y emitida por este organismos para financiar las Operaciones no Financieras o corrientes de la Administración Central del Estado ha ascendido a 31.372 millones de euros, que supone el 57% del total que puede emitir este año todo el Estado español y que fue remitido a Bruselas oficialmente el 27 de marzo de 2024.
No sería la primera vez que un gobierno socialista truca la Contabilidad Nacional y el déficit real enviado a Bruselas. Ya sucedió con Zapatero y en 2012 Eurostat tuvo que reconocer que el déficit real era de 3 puntos más que el contabilizado y modificó los datos oficiales enviados por el gobierno socialista.
En aquellos momentos, aunque fue un escándalo, la Comisión Europea decidió no dar demasiada publicidad para no hacer saltar por los aires el euro. Estábamos en la época de la Intervención de Portugal, posteriormente Grecia, y con Italia y España al límite de su prima de riesgo y con enormes dificultades para colocar deuda, a la par que una crisis en España de las cajas de ahorro.
Sin estar dentro de la Administración es muy difícil saber si no se está contabilizando todo lo que se debería o simplemente es que la burocracia estatal no funciona y no es capaz de gastar lo que tiene presupuestado. Pero si se hace el análisis por partidas se ven las inconsistencias que tiene la Contabilidad Nacional.
La primera partida es los Gastos de Personal que lleva contabilizados 7.780 millones que corresponden al 37,8% y que si llevamos a junio con la paga doble de los empleados públicos se colocará en un 53%, es decir por encima del presupuesto en 3 puntos, así que en esta partida no existen aparentes problemas.
En cambio en Gastos Corrientes estamos a un 26,8% del presupuesto, cuando a la fecha estos gastos deberían estar en un 41,6%. Hay una diferencia de 15 puntos, que indica que estamos muy por debajo de lo que se debería llevar contabilizado.
Lo mismo pasa con los Gastos financieros, que estamos a un 29,3% del presupuesto y es imposible con una deuda que aumentó en 2023 en 71.000 millones y los 31.000 de este año, todos ellos pagados alrededor del 3% de interés, claramente demuestran que faltan gastos por contabilizar.
Hacienda tiene acogotadas a las comunidades, como se puede ver en la transferencias corrientes en donde estamos al 24,1% es decir, 17 puntos por debajo del presupuesto y con unas comunidades que al mes de abril llevaban un déficit de un 78% más que el año pasado.
Y en las Inversiones y en las Transferencias de capital para inversiones estamos al 14% del presupuesto, 27 puntos por debajo.
Llevamos contabilizados en gasto no financieros 60.032 millones, lo que supone quedarse a un 23,9% del presupuesto.
En cambio, en la parte de préstamos y deuda estamos al 46,9% del objetivo anual.
Oficialmente nos faltan por gastar o por contabilizar la espectacular cifra de 42.759 millones, que si se han gastado y no se han contabilizado supone un 2,9% del PIB.
Esto significa ni más ni menos que lo que falta por gastar o por contabilizar supone un 2,9% de más déficit pendiente de reconocer.