La factura por el consumo de energía eléctrica para la industria electrointensiva en España es 2,3 veces superior al coste de la energía en Francia, lo que equivale a un 138% más cara que en dicho país. Además, es 1,3 veces el coste en Alemania, es decir, un 32% más cara. Esta diferencia se debe principalmente a los costes asociados a los servicios de ajuste del sistema, lo que amplía la brecha competitiva en más de 12 euros/MWh.
Por otro lado, las compensaciones por CO2 indirecto que reciben las industrias electrointensivas en Francia y Alemania son considerablemente más altas que las de la industria nacional, que se ven limitadas por la falta de presupuesto. En Francia, las compensaciones superan las de España en 10 euros/MWh, mientras que en Alemania son 33 euros/MWh mayores.
De acuerdo con el barómetro publicado por la Asociación de Empresas de Gran Consumo, la razón por la que se paga una factura más alta que nuestros principales socios europeos radica en el mayor precio del mercado, la existencia de servicios de ajuste que no se dan en Francia ni en Alemania, así como en los impuestos más elevados y las ayudas a los derechos de emisión de CO2.