El grupo audiovisual Mediaset informó hoy de que ha presentado una queja ante el regulador bursátil del país en la que reprocha el comportamiento del accionista galo Vivendi y le pide que aclare públicamente si quiere votar en contra de la propuesta de fusión con su filial en España.
El grupo, propiedad de la familia Berlusconi, explicó en un comunicado que «Vivendi está actuando nuevamente para bajar el precio de la acción de Mediaset», al permitir la publicación de informaciones que aseguran que votará contra la operación, sin que sean confirmadas oficialmente.
«Como ya sucedió en julio pasado, tan pronto como la acción de Mediaset Italia alcanzó el umbral de los 3 euros por acción, Vivendi ha filtrado noticias no confirmadas con la evidente intención de desacreditar tanto la operación de fusión transfronteriza, aprobada por los Consejos de Administración de Mediaset y Mediaset España el 7 de junio, como la posibilidad de su conclusión», explica la nota.
El grupo Mediaset considera que Vivendi está incurriendo en irregularidades y perjudicando a «Mediaset, a Mediaset España y a sus accionistas, que tienen que enfrentarse continuamente a un título fuertemente condicionado por rumores inducidos».
Por esta razón, el grupo de la familia Berlusconi pide al regulador bursátil que obligue a Vivendi a aclarar oficialmente, de forma «pública e inequívoca», cuáles son «sus intenciones reales con respecto a la operación anunciada el 7 de junio» y que se votará en las juntas de accionistas de Mediaset Italia y España el 4 de septiembre.
Mediaset Italia y España quieren fusionarse para crear MediaForEurope (MFE), un gigante audiovisual paneuropeo, capaz de competir con sus pares en el continente y plantar cara a nivel global a titanes como la plataforma estadounidense Netflix.
La operación supondrá sinergias de entre 100 y 110 millones de euros para 2023, y MFE tendrá sede legal en Holanda, pero cotizará en las Bolsas de Madrid y Milán.
La nueva compañía premiará a los actuales accionistas de ambas sociedades con acciones especiales, que las han llamado de lealtad, que en la práctica les permitirán ejercer un poder reforzado.
Estos accionistas dispondrán de tres derechos de voto por cada acción ordinaria de MFE que posean y con el tiempo podrán ampliarlo hasta diez votos, una medida que beneficia sobre todo a la familia Berlusconi y diluye la influencia de Vivendi, con quien Mediaset lleva litigando en los tribunales italianos desde 2016.
Vivendi tiene actualmente el 28,8 % del capital de Mediaset Italia, pero solo el 9,6 % de los derechos de voto, pues fue obligada por los reguladores italianos a transferir el resto al fideicomiso Simon Fiduciaria, por preocupaciones antimonopolio, ya que también tiene el 23,94 % de Telecom Italia.
El grupo galo no puede votar en las juntas de accionistas de Mediaset Italia desde que el grupo de Berlusconi vetó su derecho por considerar su comportamiento «desleal», ya que Vivendi se retiró de un acuerdo de compra del canal privado Mediaset Premium y se hizo con un tercio del conglomerado audiovisual italiano en seis meses.
Sus tensiones han llegado incluso a los tribunales italianos y aún está abierta la disputa legal.
Las juntas de Mediaset Italia y España votarán sobre esta fusión el próximo 4 de septiembre.
Los analistas del grupo financiero Bankinter explicaron el miércoles en una nota que «la capacidad de Vivendi de bloquear la operación es confusa», pues la junta de «Mediaset Italia requiere la aprobación de dos tercios de los accionistas» y Vivendi tiene una participación del 29 %, pero menos de un 10 % de derechos de voto.