«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Nuestro planeta Tierra sin residuos es posible gracias a la economía circular

Europa genera más de 2,5 millones de toneladas de residuos al año. Una cantidad excesiva, fruto del actual sistema productivo de “usar y tirar”, que hace que debamos replantearnos ese modelo, especialmente en materia de envases.

Las latas, botellas y otros envases son una opción cómoda y segura de transportar las bebidas, pero para que sean sostenibles se han de diseñar y gestionar adecuadamente tras su uso. Se trata de aplicar la economía circular, donde el plástico, el vidrio y el aluminio -fabricados bajo criterios de ecodiseño- se pueden reutilizar muchas veces en lugar de emplearse una sola vez y desecharse.

Sin embargo, dar a los envases más de una vida útil no es tarea fácil, pues requiere la implicación de toda la sociedad.

En primer lugar, este trabajo comienza con el diseño mismo del envase: que sea 100% reciclable o reutilizable, que incorpore materiales renovables, que contenga más material reciclado o que sea más ligero para emplear la menor cantidad de material posible.

Pero este sistema circular pasa también por una mayor concienciación ciudadana sobre la importancia de reutilizar y reciclar, por una mejora de los sistemas de recogida y gestión de los residuos y por el impulso de aquellas investigaciones científicas e iniciativas empresariales que aporten nuevas soluciones.

Como líder de la industria de bebidas, Coca-Cola en España quiere encabezar el cambio y ser parte de la solución. Por eso aplica los principios de la economía circular para cerrar el ciclo de los envases y evitar la generación de residuos.

Más material reciclado en los envases

Los envases de Coca-Cola en España contienen cada vez más materiales reciclados o de fuentes orgánicas. Así, actualmente las botellas se elaboran utilizando un 25% de PET reciclado (en 2017 era el 13%) y el objetivo es que, para 2025, el 50% del PET utilizado sea reciclado.

Envases más ligeros con menor huella ambiental

Los esfuerzos también se centran en aligerar los envases. Cuanto menos pesen, menos recursos se emplearán en su fabricación y más eficiente será el transporte, contribuyendo a reducir las emisiones de CO2. Por ejemplo, la botella Contour de vidrio rellenable, la más icónica de la marca Coca-Cola, ha pasado de los 372 gramos de sus inicios a los 245 gramos actuales, al tiempo que ha aumentado su capacidad de 200 a 237 ml.

Liderar la innovación en envases más sostenibles

Asimismo, Coca-Cola trata de situarse a la cabeza en innovación en envases sostenibles mediante la investigación, como las que se llevan a cabo en su Centro de Investigación y Desarrollo en Bruselas, y la apuesta por tecnologías rompedoras.

En este sentido, Coca-Cola forma parte de DEMETO, un consorcio europeo que trabaja en el desarrollo del reciclado químico, que permite el reciclaje de tipos de PET que hoy no se pueden recuperar para el envasado de alimentos y bebidas. También apoya a start-ups como Ioniqa Technologies, que ha conseguido transformar los desechos de PET en material virgen para su reutilización para uso alimentario.

Dentro de este afán por introducir en el mercado alternativas a los envases tradicionales, Coca-Cola lanzó en 2009 PlantBottle, un tipo de botella 100% reciclable hecha hasta en un 30% de materiales de origen vegetal. Precisamente, en este formato se comercializan dos de los últimos lanzamientos de Coca-Cola en España, AdeS y Honest. Una tecnología que Coca-Cola comparte ahora con la industria para impulsar el empleo de biomateriales.

Recoger el equivalente al 100% de los envases comercializados

De nada sirve fabricar envases más sostenibles si, tras usarse, no se recuperan y se quedan en la naturaleza como residuo. Así, Coca-Cola se ha propuesto recoger y reciclar el 100% del equivalente a todos los envases que comercialice para 2025, con la colaboración de ONG ambientales y organismos públicos y privados.

Dentro de este compromiso, Coca-Cola en España puso en marcha en 2018 Mares Circulares, un ambicioso proyecto de limpieza de mares y costas, sensibilización ciudadana e impulso a la economía circular, gracias al que cada año se limpian 80 y reservas y fondos marinos de toda España y Portugal.

Para Coca-Cola, cada envase, venga de donde venga, tiene valor y vida más allá de su uso inicial, pero lograr su recogida y mantenerlos fuera del medio ambiente es cosa de todos. Nadie puede hacerlo solo. El desafío es inmenso, pero si empresas, gobiernos, ONG y ciudadanos unen esfuerzos para resolverlo juntos, un mundo sin residuos será posible.

 

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