Hoy, 12 de octubre, volverá a aparecer el odio, la aversión y el rechazo a un fenómeno incomparable, único y milagroso que sólo puede generar admiración: la Hispanidad.
En LA GACETA y en la Fundación Disenso somos firmes y fieles defensores de una gesta civilizatoria sin igual en la historia de la humanidad, de un legado cultural y espiritual que pervive y que es atacado y vilipendiado por los abanderados de esa leyenda negra que comenzó a gestarse en el siglo XIII en Italia y que no es más que propaganda de los enemigos.
Tenemos mucho que celebrar —y reivindicar— frente a aquellos que están en campaña constante y permanente —desde redes como el Grupo de Puebla y el Foro de Sao Paulo— contra la Hispanidad, y que apoyados en relatos falsos y ahistóricos niegan la liberación de los pueblos sometidos al imperialismo azteca, a prácticas aterradoras y a condiciones miserables.
La llegada de España a América fue un hito universal, una obra extraordinaria fruto del mestizaje, que dotó a las poblaciones americanas de unos derechos que no habían tenido jamás… y las hizo españolas. Porque no eran de España, sino España.