«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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1 de diciembre de 2022

Déjà vu

Entre todos los libros que un político socialista debería tener en su minúscula biblioteca —si fuera grande no sería socialista—, recomendamos con afán aquellos escritos por socialistas históricos que vivieron los tiempos de la Segunda República y en los que cuentan la verdad de cómo el socialismo reformista republicano, a fuerza de no hacer nada, fue pronto desbordado por los marxistas, bolcheviquizándose sin remedio hasta llegar, Largo Caballero mediante, al golpe de Estado del 34 y a aliarse con los comunistas en aquel engendro violento y liberticida conocido como «Frente Popular».

Esto debe de ser lo que el presidente Sánchez, que pretende pasar a la Historia por haber profanado una tumba, llama el «luminoso legado del republicanismo», lo que nos hace dudar de su capacidad de comprensión lectora o, sin rodeos, de que haya leído algo de Fernando de los Ríos o que conozca el pensamiento de Julián Besteiro, por citar dos de los pocos socialistas honrados, y aun así pusilánimes, que ha habido en la historia del socialismo republicano español y, con carácter general, en toda la historia del socialismo.

Lo que vivimos estos días en el Congreso es un penoso déjà vu histórico en el que los comunistas han vuelto a desbordar a un socialismo que a fuerza de no hacer nada para contener el lenguaje y los modos de sus raquíticos e inútiles socios, se prepara para igualarlos e incluso superarlos. La prueba más evidente de esta parálisis es ver cómo la Presidencia socialista del Congreso, mientras sale en defensa de los filoetarras —definición exacta y aun así, educada— de Bildu expulsando a una diputada de Vox de la Tribuna, permite a una ministra comunista, de pocos méritos y modales de raquera de muelle, señalar a los sofocadísimos moderados del PP e imputarlos como culpables de alentar la cultura de la violación a las mujeres.

Que esta acusación gravísima e injusta merezca apenas un tirón de orejas de la Presidencia del Congreso no nos habla tanto de la doble vara de medir, que también, como de que el comunismo abyecto e inútil ha vuelto a desbordar al PSOE. Una vez más. Hoy, como ayer; aunque con la única diferencia de que entonces a quien se desbordó fue al socialismo reformista de los primeros tiempos republicanos y hoy, a un socialismo narcisista con menos lecturas que un adolescente con tiktok.

Esta desbordamiento, como nos explica la Historia, es peligroso. A estas alturas y por el conocimiento exacto de quién es el presidente Sánchez y qué está dispuesto a hacer por conservar el poder, es una pérdida de tiempo recomendarle que rompa la alianza de Gobierno que mantiene con los comunistas.

Lo que sí que podemos recomendar es el cese inmediato de la penosa ministra de Igualdad, Irene Montero. Este cese no sólo rebajaría la crispación y recuperaría parte de la independencia hoy perdida del PSOE frente a los desbordantes comunistas podemitas, sino que sería la única señal posible de que Sánchez no pretende volver a los luminosos tiempos del republicanismo. Que parece que sí y no lo recomendamos. Spoiler: acaba mal.

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