Mientras el PSOE y el PP se reparten culpas y titulares, millones de jóvenes españoles siguen atrapados en zulos compartidos de 45 metros cuadrados a precio de lujo, sin posibilidad de formar una familia, hipotecando su presente y condenando su futuro.
La vivienda fue durante décadas símbolo de estabilidad, de una España próspera y pujante… Hoy es el mayor reflejo del fracaso del bipartidismo.
Frente a este drama, VOX ha presentado recientemente un programa de vivienda que propone soluciones pensadas para los españoles. Su diagnóstico es claro: hay una oferta raquítica y un exceso de demanda. Ambos factores combinados llevan a precios de récord y son producto de las políticas de PSOE y PP. Falta suelo, sobran trabas burocráticas, trámites e impuestos abusivos…
En este contexto, VOX aboga por liberar suelo, agilizar licencias, la derogación de todas las medidas intervencionistas en el mercado del alquiler, una política de mano dura contra la okupación y la inquiocupación, que cuentan con protección institucional en España, y dar prioridad a los españoles en todos los casos: en la compra, en el acceso a la vivienda social y en el propio alquiler.
Y se atreve a decir lo que ningún otro partido osa pronunciar: el acceso a la vivienda está directamente condicionado por la inmigración masiva y la compra de vivienda por capital extranjero. La solución es prohibir el arrendamiento a inmigrantes ilegales, y una fiscalidad diferenciada para compradores no comunitarios.
El artículo 47 de la Constitución recoge que todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. VOX demuestra que lo toma en serio… y aboga por construir patria ladrillo a ladrillo. Porque sin hogar no hay familia, sin familia no hay nación, y sin nación no hay futuro.