El exministro de Transportes José Luis Ábalos considera que existen irregularidades en la auditoría que lo involucra en la compra de mascarillas relacionada con el caso Koldo. El ahora diputado por el Grupo Mixto está estudiando emprender acciones legales y políticas para defenderse de las acusaciones.
Según el informe encargado por el actual titular de la cartera de Transportes, Óscar Puente, Ábalos duplicó un pedido de mascarillas de cuatro a ocho millones en apenas media hora tras recibir una advertencia de la empresa proveedora. El juez que investiga el caso ha solicitado una copia del documento y está evaluando si debe citar a Puente como testigo, tal como lo ha propuesto la acusación popular.
Ábalos se siente traicionado por su antiguo partido y considera que están intentando incriminarlo. Ha manifestado su descontento con la auditoría, calificándola de «improcedente» y acusando al Ministerio de Transportes de establecer un «tribunal de honor».
En respuesta a las decisiones de Puente, quien ha cesado al subsecretario de Transportes, Jesús Gómez, y al jefe de personal de Adif, Michaux Miranda, basándose en el informe, Ábalos ha decidido incrementar su presencia en los medios de comunicación para expresar su descontento. Considera la destitución de estos funcionarios como una afrenta y ha comenzado a replantearse su lealtad al PSOE. Tras meses de mantener una actitud conciliadora, ahora amenaza con debilitar la ya frágil mayoría del partido en el Congreso. En una entrevista con El Español, Ábalos insinuó que podría dejar de votar en línea con el PSOE, lo que pondría en riesgo el apoyo del Gobierno.
Ábalos también ha pedido al Gobierno que realice auditorías similares en otros ministerios implicados en el caso Koldo, como Sanidad e Interior, y ha recordado a Puente sobre su vinculación con un empresario que lo invitó a un yate, hecho que fue investigado pero sobreseído por un juzgado de Valladolid.
