José Luis Ábalos ha salido al paso de las recientes acusaciones aparecidas en el diario El Mundo sobre su implicación en una trama inmobiliaria relacionada con el caso Koldo. En su intervención en el programa «Todo es mentira«, el exministro ha dado su versión de los hechos, tratando de aclarar las circunstancias que rodearon el alquiler de un lujoso chalet en La Línea de la Concepción (Cádiz).
El inmueble en cuestión, ubicado en una parcela de 750 metros cuadrados y que cuenta con piscina, jardín y vistas al mar, fue arrendado por Ábalos mediante un contrato de cinco años con opción a compra. La renta mensual acordada era de 2.500 euros. Ábalos ha subrayado que su intención inicial era utilizar el chalet como residencia vacacional para su familia.
«Yo no compré un chalet, lo alquilé pensando en el verano y en pasar tiempo con mi familia. Encargué esta gestión sin conocer a la sociedad implicada y asegurándome de que no tuviera vínculos con el ministerio. Se lo pedí a Koldo, al igual que muchas otras gestiones de carácter personal«, explicó Ábalos, desmintiendo cualquier trato de favor o irregularidad en la transacción.
El exministro también ha detallado los problemas personales que atravesaba en ese momento: «Pagué tres mensualidades, pero mi vida dio un giro radical, me separé de mi mujer y mis condiciones cambiaron. La casa la busqué pensando en mi familia, pero esos planes se truncaron». Además, Ábalos ha mencionado que la propiedad no cumplía con las condiciones adecuadas: «Necesitaba reformas y no tenía luz, no era habitable«.
Ábalos también expresó su descontento con la manera en que la empresa manejó la situación: «En plena crisis familiar y proceso de divorcio, hubiera agradecido que la propiedad me ofreciera resolver la deuda en lugar de enviarme un burofax. Ahora, mirando hacia atrás, debo agradecerlo, porque la especulación sobre un trato de favor sería aún mayor«.
