La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha quedado desmentida por los hechos. En una conversación con miembros de Sumar, cazada por un micrófono abierto este miércoles, Montero culpó a la operadora privada Ouigo de la avería que dejó a miles de pasajeros atrapados más de 14 horas y deslizó incluso la posibilidad de un sabotaje. Sin embargo, la documentación interna de ADIF confirma que fue un tren de Renfe —y no de Ouigo— el que originó la incidencia.
El caos ferroviario se produjo la noche del lunes, cuando la caída de una catenaria interrumpió el servicio de alta velocidad entre Madrid y Andalucía. Aunque Montero sugirió que Ouigo estaba detrás del fallo —y que sus trenes eran «más viejos» y problemáticos—, la versión oficial del gestor de infraestructuras ferroviarias deja sin base esas acusaciones.
Un mensaje de ADIF enviado el martes 1 de julio a las operadoras (Renfe, Iryo y Ouigo), al que ha tenido acceso The Objective, fue claro: «A las 20:29 h de ayer, Avant 8190 engancha catenaria entre Yeles y La Sagra». El Avant 8190 es un convoy de Renfe, no de Ouigo, como deslizó la ministra más de 24 horas después.
En esa reunión con representantes de Sumar, la ministra trató de justificar la avería señalando al operador privado: «Y yo incluso he planteado si hay un cierto sabotaje, yo no lo puedo entender. Yo soy usuaria de ese AVE», dijo. Y continuó: «Con los Ouigo, sí, porque dicen que esas máquinas tienen dificultades, entonces es una máquina que está haciendo que se pare y que provoque un retraso en toda la cadena». Una insinuación que recuerda a la que ya lanzó Óscar Puente en la crisis ferroviaria del pasado mayo.
Sin embargo, según fuentes del sector, ya desde el primer momento los técnicos de ADIF descartaron la hipótesis del sabotaje. RTVE informó este miércoles por la tarde de que la investigación está revisando si un tren de Ouigo se llevó por delante la catenaria, pero incluso esa posibilidad es difícil de sostener si ADIF ya informó oficialmente a las operadoras de que el convoy implicado fue el Avant 8190 de Renfe. En el sector califican las acusaciones de Montero de infundadas y de persecución política al operador privado.
La empresa Ouigo no tardó en responder a las palabras de la ministra, negando cualquier responsabilidad en la avería y recordando su compromiso con la seguridad: «Ouigo no ha estado en el origen de ninguna de las incidencias producidas en la línea de Alta Velocidad entre Madrid y Andalucía», aseguró en un comunicado.
Ouigo subrayó además que el mantenimiento de la infraestructura y la gestión del tráfico son competencias exclusivas de ADIF, quien repercute esos costes a las operadoras mediante los cánones ferroviarios: «La separación entre gestión de infraestructura y operación de servicios es un mandato legal europeo que garantiza la competencia en igualdad de condiciones», añadió.
