«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Denuncian que el impacto económico se traduciría en más de tres millones

Agricultores entregan más de 55.000 firmas contra la tala de olivos centenarios para instalar plantas solares

Plantan paneles solares en Andalucía. Redes sociales

La plataforma SOS Rural, junto a Campiña Norte contra las Megaplantas Solares, ha entregado en la sede del Parlamento de Andalucía más de 55.000 firmas recogidas dentro de su campaña ciudadana «¡Salvemos los olivos centenarios de Lopera de ser talados para poner placas solares!». La acción tuvo lugar el pasado 14 de mayo, en un intento por frenar la proliferación de macroproyectos fotovoltaicos que amenazan el tejido agrícola de esta zona de Jaén.

El movimiento ciudadano denuncia que en la provincia jienense hay proyectadas 25 instalaciones solares de gran escala que ocuparían unas 4.000 hectáreas, muchas de ellas actualmente cubiertas por olivares tradicionales. Esta transformación del uso del suelo supondría, según advierten, el desmantelamiento de un modelo económico basado en el cultivo del olivo, la elaboración de aceite y el empleo en el entorno rural.

Una de las mayores preocupaciones se centra en la localidad de Lopera, donde se prevé la tala de unos 42.600 olivos distribuidos en 426 hectáreas. De acuerdo con un informe elaborado por la cooperativa La Loperana, esta pérdida supondría dejar de producir anualmente cerca de 2 millones de kilos de aceitunas y unos 400.000 litros de aceite de oliva. Además, el impacto económico se traduciría en más de tres millones de euros menos para los habitantes del municipio, tanto por salarios agrícolas como por la venta del producto.

Rafael Alcalá, portavoz de la Plataforma Campiña Norte, ha advertido de las consecuencias sociales de esta transformación: «Estamos ante una amenaza directa a la supervivencia de pueblos como Lopera, donde se estima que el 25% de los ingresos locales desaparecería si se talan esos olivares centenarios».

Desde SOS Rural, su portavoz nacional, Natalia Corbalán, ha lamentado que ni el presidente de la Junta de Andalucía, Moreno Bonilla, ni la consejera de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Catalina García, hayan accedido a recibirlos tras haber solicitado reuniones formales.

Los impulsores de la campaña insisten en que no se oponen a las energías renovables, pero rechazan su implantación descontrolada a costa de destruir entornos agrícolas históricos que son también sustento de miles de familias. Para ellos, esta lucha no es solo por los olivos, sino por el futuro económico y social del mundo rural andaluz.

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