Jaume ha puesto su ingenio al servicio de la unión y la concordia. Se considera uno de los muchos catalanes orgullosos «de su patria y de su historia». Detrás de su sentido del humor y de sus alocuciones nocturnas hay un periodista precoz y un hombre profundamente religioso que conoce de primera mano la realidad del Islam
Sus vídeos han circulado por los WhatsApp de toda España. Su sentido del humor y su forma de enfrentarse al independentismo, desde el balcón de su casa, megáfono en mano, ha llamado la atención de los medios de comunicación. Es el fenómeno viral de estos días. Tanto que sus improvisados discursos ya sirven de consignas en las manifestaciones de los catalanes libres de nacionalismo. Es la cara más amable de la crisis separatista.
Jaume Vives Vives sólo tiene 25 años y ni siquiera ha terminado la carrera. Acumula, sin embargo, más experiencia que muchos periodistas veteranos. Ha estado en el Líbano y en Iraq, ha publicados tres libros y grabado varios documentales. Empuje catalán, valor y, sobre todo, Fe en Dios.
Se confiesa “sobrepasado” por la situación. Casi todos los medios nacionales y las principales cadenas de televisión se han puesto en contacto con él. Antena 3, La Sexta, Telecinco, el Huffington Post, La Razón, ABC… ningún medio de Barcelona, sin embargo, se ha interesado por la historia. Para La Vanguardia, El Periódico o TV3 ‘el catalán del balcón’ sencillamente no existe.
El humor es “el lenguaje que todo el mundo entiende”. Y sobre todo es la fórmula más apropiada “para combatir el odio y la mentira”. Una reacción que el separatismo no esperaba y que no sabe cómo gestionar. Por de pronto, ha aparecido una cruz gamada en su buzón y ha perdido contactos laborales. “La fractura social existe”.
«¿Constitucionalista? Yo soy español»
Ha constituido ‘Resitència Catalana’, una web desde la que sube contenido casi a diario y que aspira a reunir a todos aquellos catalanes «que no están dispuestos a dejar perder Cataluña y que no tienen intención de regalar Cataluña aquellos que se la han cargado y que la están traicionando». El proyecto es continuador de la fórmula ‘Dolça Catalunya’, en blog espontáneo de catalanes anónimos que hoy ya es el más leído de España.
Corrige a su entrevistador cuando se le incluye entre los catalanes ‘constitucionalistas’: “Yo soy español, y España es previa a la Constitución. Yo soy partícipe de una historia y un grupo humano, pero no me siento necesariamente concernido con una estructura legal concreta”. Y en este sentido, aunque por motivos diferentes, coincide con los separatistas: “hay leyes ilegítimas y hay legitimidades no reconocidas como leyes”.
«El Islam es guerra y persecución»
Le preocupa sobremanera que la sociedad actual haya abandonado toda idea trascendente de la existencia y señala la ideología de género, el materialismo o el capitalismo como los males que pueden acabar con Occidente. Son, a su juicio, «nuevas religiones» que han sustituido a Dios. Entre esas nuevas y presuntas religiones incluye, «por supuesto», el nacionalismo catalán.
Se enfrenta a una difícil dicotomía cuando se le pregunta por la crisis migratoria de los refugiados. Se trata de un drama humano que «hay que abordar» pero por otra parte advierte que antes de gestionar el problema ha de conocerse a fondo “la realidad de lo que supone el Islam”. Él lo conoce de cerca. Tanto en su estancia en Iraq como en el Líbano. Preguntado directamente por el significado del Islam, Jaume responde trágico y lacónico: “guerra”. Se producen unos segundos de silencio tras su respuesta, que se niega a llenar, añadiendo dramatismo a la respuesta. Re-pregunto: “¿guerra?”. Confirma con la misma serenidad, y completa la respuesta: “guerra… y persecución”. Es lo que él ha visto. “El Islam es la guerra, tal y como demuestra su profeta y su historia”. Acto seguido advierte, contra los inquisidores de la corrección política, que “hay musulmanes canallas y musulmanes bondadosos, como hay cristianos canallas y hay cristianos bondadosos”.
Contra la estupidez del separatismo el humor de los catalanes libres de nacionalismo pic.twitter.com/5yxab5i5rj
— josep ramon bosch (@josepramonbosch) 13 de octubre de 2017
La ideología de género como «la mayor amenaza»
Y aún creyendo que el Islam supone un riesgo para Occidente, no cree, de hecho, que sea el mayor de todos. Tal protagonismo se lo concede a la ideología de género.
Confiesa que no tener “ni idea” de cómo se resolverá la crisis desatada por el separatismo en Cataluña. Sí cree que a largo plazo el independentismo será “el menor de los problemas” de Cataluña y del conjunto de España. A largo plazo, y si ni cambian las cosas, “no habrán familias, y sin familias, no habrá sociedad”.
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