El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, del PSPV-PSOE, no dimitirá pese a su procesamiento por el fraccionamiento de contratos y su citación como investigado por el despido de una interina, y ha asegurado que está dispuesto a dirigir la ciudad con el apoyo de solo 6 de los 29 concejales.
El tripartito que lideraba Echávarri ha comenzado a desintegrarse con la renuncia de este miércoles de los tres concejales de Compromís y la anunciada de los cinco de Guanyar (EU, Podemos e independientes) el próximo día 15, en protesta por su no dimisión a raíz del procesamiento por presunta prevaricación por el fraccionamiento de unos contratos en el área de Comercio.
A este procesamiento se suma que este miércoles otra juez le ha citado a declarar como investigado por el despido de una interina cuñada del portavoz municipal del PP, Luis Barcala, lo cual ocurrió poco después de que los populares acudieran a los juzgados para denunciar el caso anterior de Comercio.
En una rueda de prensa convocada poco antes, Echávarri ha anunciado que seguirá en el cargo porque aún no se le ha abierto formalmente juicio oral y, sobre todo, para evitar que la alcaldía recaiga en el PP, que está en la oposición pese a que fue el partido más votado en las últimas elecciones.
A este respecto, ha sido preguntado por si seguirá en el cargo si se le abre definitivamente juicio oral y ha evitado contestar directamente con el argumento de que no habla de «futuribles».
Sin embargo, poco después ha añadido que gobernar con solo 6 concejales y 23 en la oposición es complicado pero que «es la única opción porque la otra es que gobierne el PP», algo que no permitirá.
Los efectos de la situación del ayuntamiento alicantino no se limitan al municipio ya que, desde Valencia, el secretario general de Podem, Antonio Estañ, ha dicho que la permanencia de Echávarri «pone en riesgo el cambio en toda la Comunitat».
La vicepresidenta del Consell y líder de Compromís, Mónica Oltra, también ha pedido a los socialistas cumplir el acuerdo para la refundación del pacto de gobierno en Alicante, según el cual si la situación judicial del alcalde se agravaba «se buscaría otra candidatura» a la alcaldía.
El president de la Generalitat y secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, ha admitido «una situación complicada de ingobernabilidad» en Alicante, al tiempo que ha subrayado que la situación de Echávarri no responde «en ningún caso» a corrupción, por lo que equipararle a los escándalos del PP «no tiene sentido».
Puig también ha explicado que nadie de su Consell le ha pedido la dimisión de Echávarri y ha defendido que ese tipo de decisiones las tienen que tomar «los actores fundamentales».
Mientras tanto, los tres concejales de Compromís renunciaban a sus competencias y pasaban a la oposición pidiendo al alcalde «apartarse» y al PSPV-PSOE «dejar de ponerse de perfil».
El vicealcalde y líder de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, ha vuelto a repetir que también se marcharán si el 15 no ha dimitido, y ha acusado al alcalde de aferrarse al cargo «contra viento y marea».
Desde la oposición, el portavoz popular, Luis Barcala, cree que Echávarri carece de «credibilidad ni ética ni política» y ha opinado que Compromís y Guanyar «se van del barco cuando empieza a hundirse», y Yaneth Giraldo (Cs) le acusa de seguir «la estela del PP» y de «secuestrar la voluntad general».
Alguna publicidad valiente y la ayuda desinteresada de muchos lectores como tú han hecho posible esta noticia. Conoces nuestra línea editorial, a contracorriente de la ideología dominante y desacomplejadamente comprometida con la dignidad humana, la unidad de España y la identidad de Europa. No es fácil ni es barato sostener un medio de comunicación que beba de estos postulados, siempre contra los más poderosos. Por eso te pedimos que nos ayudes con una aportación, que formes parte de nuestro proyecto, que ayudes a que sigamos incordiando al Poder. Puedes hacerlo de varias maneras, infórmate aquí.
