El presunto conseguidor de la trama Koldo, Víctor de Aldama, ha asegurado este jueves en su declaración voluntaria en la Audiencia Nacional que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se encargó de oficiar al comisario del aeropuerto de Barajas para que crease «una zona Schengen para que la vicepresidenta» venezolana Delcy Rodríguez pudiera bajar del avión en su visita a España en 2020 y así acudir «a la sala VIP de la Terminal ejecutiva».
Así se ha expresado el empresario en su declaración ante el juez del caso Koldo y en la que ha detallado los entresijos de la llegada de Rodríguez el 20 de enero de 2020. «Viene porque se le promete que no va a haber ningún problema, con la sorpresa de que dos horas antes saltan todas las alarmas«, ha asegurado.
Fue Koldo García, el entonces asesor del ministro José Luis Ábalos, el que le llamó para pedirle que avisase a Delcy de que podría ser detenida. «Le digo que si es una broma, que la vicepresidenta está volando en un avión privado, que cómo ahora, que si estamos en el país de la pandereta. Además, se lo digo así. A lo que me dice: ‘Esto no es broma, es muy serio, por favor llama y que se dé la vuelta'», ha explicado.
De Aldama ha continuado señalando que Koldo García estaba esa noche en el aeropuerto. «El que no tenía que venir era Ábalos, porque al día siguiente iba a tener un desayuno con la vicepresidenta», ha añadido. Si acudió, ha asegurado, fue porque «se notifica al presidente lo que está sucediendo y le pide a Ábalos que vaya y avise de la situación».
«¿Para evitar una crisis diplomática o a que fue?», le ha preguntado su abogado. «Bueno, que va a ser detenida, más que una crisis diplomática«, ha contestado De Aldama, que ha proseguido: «Ha habido muchas especulaciones; a ese avión solamente sube el señor Ábalos y yo. Y la vicepresidenta le dice muy claro que llame al presidente delante de ella y que le diga que si ella toca el suelo español y es detenida va a haber un problema grave, a lo que hacen lo que tienen que hacer, que tampoco sé cómo», ha apuntado.
Dos pilotos militares
Fue entonces, ha afirmado, cuando Grande-Marlaska habría oficiado al «comisario en ese momento del aeropuerto de Barajas» para que crease una zona Schengen «para que la vicepresidenta pueda bajar del avión» e ir a la «sala VIP de la Terminal 1 Ejecutiva con toda su comitiva».
«En esa comitiva venía el ministro Félix Plasencia también, que entonces era el ministro de Turismo, y otras personas, y se bajan todos absolutamente, se baja ella y se bajan las maletas de los pasajeros, y nos quedamos en la Terminal 1 con el señor ministro, Koldo, su comitiva, la vicepresidenta y yo, pues más o menos cinco horas, en lo que ahí oigo barbaridades, como llamar a la ministra de Defensa para que se preparen dos pilotos militares y cojan el avión privado y se vuelvan a ir», ha sostenido.
La solución llegó en torno «a las 7 u 8 de la mañana», cuando se «consiguen sacar unos billetes de Qatar Airways«. «Se mete a la vicepresidenta por el interior de la pista con el coche de la Guardia Civil, se llega al avión, se suben ella y la comitiva y se marchan a Catar», ha apostillado.
En ese instante, su abogado le ha emplazado a «decir algo sobre las especulaciones de qué llevaban en las maletas». «(Lo de) las maletas es ridículo, las especulaciones del oro. Si alguien entiende técnicamente de lo que es un avión privado, un Falcon 900, con 8 pasajeros que venían en el avión y 12 maletas llenas de oro, el avión se cae. Es decir, es un tema técnico, no hay mucho más que decir», ha argumentado.
En esta línea, ha aseverado que, «además, una vicepresidenta de un país no necesita venir en un avión privado con maletas llenas de oro». «La manda por valija diplomática y se ha acabado la historia«, ha zanjado.
El chalé de El Viso
Así, De Aldama ha insistido en que la «agenda oficial» no era «un viaje privado», sino que «había programadas reuniones con distintos ministerios«.
Al hilo, ha explicado que él se encargó «personalmente» de alquilar una casa en El Viso para su estancia en Madrid, y que hubo medidas de seguridad desde el Ministerio del Interior. «El Ministerio Interior mandó, según Koldo, (…) a Policía y CNI para revisar la casa. La Embajada de Venezuela mandó a su seguridad para revisar la casa. Y unas semanas antes de llegar la vicepresidenta, su jefe de seguridad llegó a España», ha recordado.
Sobre la cena con varios ministros que se organizó en el marco de esa visita, ha recordado que en un inicio estaba programada en un restaurante pero que finalmente se acordó celebrarla en la propia casa alquilada. «
Tras confirmar que en su agenda anota ‘M’ para refererirse a los ministros confirmados a esa cena, ha indicado que «los ministros que iban a acudir (…) eran el señor Marlaska, la señora Teresa Ribera, el ministro Illa, María Jesús Montero, Ábalos obviamente, el presidente…». «¿El presidente también estaba convocado a esa reunión?», le ha preguntado su abogado, a lo que ha contestado con un sucinto «sí».
Además, ha explicado que Koldo García era quien «confirmaba con jefes de gabinete y en muchos casos directamente con el ministro o ministra» su asistencia. Y que le consta que se organizó realmente porque él fue autorizado para que la propia Delcy Rodríguez «diera el visto bueno».
Por otro lado, ha confirmado que también se pactó una reunión posterior, no en esa cena, con la fiscal general del Estado «para un tema que le interesaba al Estado de Venezuela»: El Pollo Carvajal. «Yo sé que Venezuela tenía mucho interés en recuperar, digamos, a esta persona o que fuera extraditada y por eso era la reunión con la fiscal general», ha indicado.