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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La factura que nos ha dejado la fiesta multicultural de Zapatero en la ONU

Suena con fuerza el nombre de Miguel Ángel Moratinos como nuevo responsable de la Alianza de Civilizaciones, el proyecto estrella de Zapatero a nivel internacional.

El exministro de Asuntos Exteriores ha dicho estar «a disposición del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y del Gobierno» al ser preguntado por su posible candidatura al cargo de Alto Representante de la Alianza de Civilizaciones.
Así lo ha manifestado Moratinos tras inaugurar la segunda edición de las Jornadas de Sostenibilidad e Instituciones Culturales en el Centre Cultural La Nau en Valencia.
El actual alto representante, el qatarí Nassir Abdulaziz Al-Nasser, cumple en marzo cinco años en el cargo y corresponde al actual secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, elegir a su sucesor.
Aunque el exministro socialista ha considerado que «todavía es pronto para hablar», ha confirmado que están trabajando para poder aportar y contribuir en esta iniciativa de la ONU.

¿Cuánto nos ha costado la fiesta multicultural?

La Alianza de Civilizaciones es un proyecto presentado por Zapatero en 2004 y que nació como iniciativa de la ONU en 2005 de la mano del presidente turco Erdogan. Junto a este compañero -escrupuloso en el respeto de los derechos humanos- y con los petrodólares de Qatar, Zapatero logró materializar su proyecto.
Sobre el papel, la Alianza de Civilizaciones tiene como objetivo fomentar el diálogo y la comunicación entre diferentes comunidades, culturas y civilizaciones más allá de sus diferencias culturales o religiosas. En la práctica se reduce a una nueva ramificación burocrática de las Naciones Unidas, organización que en los últimos años ha caído en el descrédito.
Y allí podría acabar Moratinos por el empuje de la puerta giratoria ‘zapateril’. Fue precisamente él uno de los grandes impulsores del organismo dependiente de la elefantiásica ONU.
El sueño multicultural de ZP -que para algunos se ha convertido ya en una auténtica pesadilla- no nos ha salido gratis. Antes del año 2010 -recordemos que la crisis estalló en 2008, aunque Zapatero no se diese cuenta- el Gobierno había destinado más de cuatro millones de euros, según publicó El Confidencial.
Ese 2010 el presupuesto rondó el millón de euros, mientras que en el 2011 superó el millón 400.000 euros. Unas cifras en un contexto de crisis y con fuertes recortes en todas las partidas, incluidas las sociales.
Pero Rajoy, que cargó desde un primer momento contra la Alianza de Civilizaciones, se limitó a rebajar sus las contribuciones del Estado sin cerrar completamente el grifo como había prometido. Sólo en este año 2017, según ha publicado Intereconomía.com, el presupuesto para el ente ha sido de 200.000 euros.
También hay que contar los millones destinados al proyecto dentro de nuestras fronteras. Es el caso del Instituto de la Universidad de Naciones Unidas para la Alianza de Civilizaciones, rebautizado como Universidad de las Naciones Unidas en 2016, que se encuentra en Barcelona. Por esta obra se pagaron más de doce millones de euros.

Sólo superados por Turquía en donaciones

La página web de la Alianza de Civilizaciones ofrece un ránking con los principales donantes del proyecto desde su nacimiento hasta el 2016. También existe una medición de los mecenas anónimos que supera con creces al montante donado por quienes dan la cara.
En este apartado sólo se cuentan las aportaciones a fondo perdido. Es decir, ni las subvenciones a proyectos concretos del organismo ni la financiación de organismos como la mentada Universidad de las Naciones Unidas suman.
Turquía, socio fundador junto a nuestro país, encabeza la lista con 8,5 millones de dólares. En segunda posición está España con 7,4 millones, mientras que el tercer puesto lo ocupa el Grupo BMW. Por debajo completan la lista Qatar, Reino Unido, Azerbayán, Alemania, Suecia, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí.
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