Enmarca la agresión a los agentesĀ en delitos terroristas al relacionarlos con el movimiento Ospa (Fuera),Ā que persigue la expulsión de las fuerzas de seguridad del Estado del PaĆs Vasco y Navarra.
El fiscal ha manifestado en el juicio de los ocho acusados de agredir en 2016 en Alsasua (Navarra) a dos guardias civiles y a sus parejas que reflejaron «lo peor de la naturaleza humana» que llevó en Europa «a las mayores atrocidades, la xenofobia, el racismo y el fascismo».
Asà lo ha manifestado el fiscal José Perals en su informe durante la vista que se celebra en la Audiencia Nacional, en la que ha mantenido su acusación de delitos terroristas para los ocho jóvenes acusados de participar en la agresión, que tuvo lugar en un bar de Alsasua y por los que pide penas de entre 12 y 62 años de prisión.
«Es lo peor de la naturaleza humana y lo que desgraciadamente llevó a la Europa del siglo pasado a una de las mayores atrocidades y eso lo estamos viendo aquà en España en el siglo XXI, a gente que pide que otros se vayan de su pueblo; es la xenofobia, el racismo y el fascismo en estado puro tal como hemos visto en el juicio», ha agregado.
Y ha apostillado: «Esto es lo que defienden los supremacistas abertzales, un nacionalismo trasnochado que quiere la expulsión de unas personas porque hacen un trabajo que a ellos no les gusta y única y exclusivamente no quieren fuerzas de seguridad en su pueblo».
Ha añadido que en la vista «se ha probado que no fue una pelea de bar ni una trifulca sino una acción planificada para agredir a los guardias civiles con un fin terrorista de expulsarles de Alsasua y de Navarra».
Ā«Refleja que aĆŗn persiste la herencia del terrorismo de baja intensidadĀ» encargado por ETA y asumido por organizaciones juveniles de su entramado, Ā«que es la prolongación del terrorismo vivido en el PaĆs Vasco, Navarra, resto de EspaƱa e incluso FranciaĀ», ha lamentado.
El fiscal ha explicado que el ideario del entramado de ETA Ā«caló en los jóvenes que son herederos de unas ideas polĆticas consistentes en que las mismas se pueden defender tambiĆ©n con la violencia, y esto es lo grave de este casoĀ». «¿Deciden ellos quiĆ©n puede estar en su pueblo o que determinados polĆticos son fachas o determinadas personas son de un color que ellos no quieren?Ā», se ha preguntado.
Por otra parte, el fiscal estima que los acusados buscaban tambiĆ©n provocar miedo entre los vecinos a modo de Ā«aviso para que hicieran el vacĆo a los guardias civiles y sus parejasĀ».
Ha recordado cómo las mujeres agredidas declararon que Ā«tenĆan mucho miedo a no poder reconocer que tenĆan un novio, a no poder pasear por el pueblo en el que querĆan vivir, a poder comprar el pan y a expresarse librementeĀ».
Ā«Esa es la parte visible del terror que ha imperado en el PaĆs Vasco y Navarra desde hace muchĆsimos aƱos y que por lo visto sigue existiendoĀ», ha advertido el fiscal.
JosĆ© Perals ha racalcado que Ā«ese miedo de la patria con mayĆŗsculas es el que pretenden imponer los radicales abertzales con el apoyo de polĆticos melifluos pero tambiĆ©n peligrosos, porque visitan a las familias de los acusados pero no a las de las vĆctimasĀ».
Ha indicado que asĆ se ha visto en este caso, con Ā«el alcalde visitando a las familias de los acusados y no a las familias de las vĆctimasĀ», usando en el juicio Ā«el lenguaje del conflictoĀ» y dejando que haya en su pueblo Ā«pancartas de Alde Hemendik (Fuera de aquĆ)Ā», el movimiento abertzale para pedir la expulsión de las fuerzas de seguridad del Estado.
Ā«Y no queremos que vengan dentro de veinte aƱos a pedir perdón porque entonces no valdrĆ”, es ahora cuando se precisan hombres y mujeres de talla que den un paso adelante y estĆ©n con todas las personas que sufrenĀ», ha comentado el representante de la FiscalĆa.
En este sentido ha dicho que las madres de los cuatro agredidos «sufren injustamente porque no saben por qué sus hijos han sido agredidos» cuando una de las mujeres ademÔs «llevaba viviendo toda la vida en el pueblo» y su miedo se convirtió en terror.
Para Perals, en el caso de Alsasua los Ā«actos de hostigamientoĀ» del movimiento Ospa (Fuera) que se creó en el municipio a partir de 2011 impulsado por dos de los acusados, Jokin Unamuno y Adur RamĆrez, fueron Ā«mĆ”s allÔ» en 2016.
Ā«Como no consiguen nada se golpea, se maltrataĀ» y eso es lo que, ha defendido el fiscal, Ā«distingue los actos polĆticos de lo que ha ocurrido en este caso: terrorismoĀ».
Y el Ā«miedoĀ» que ya sentĆan las vĆctimas se convirtió en Ā«terrorĀ», hasta el punto que la mujer del sargento, que sigue residiendo allĆ, no puede salir de su casa, lo que Ā«recuerda al ostracismo de las vĆctimas el terrorismo de hace aƱosĀ».
En cuanto a las pruebas aportadas por las defensas, se ha referido al vĆdeo grabado despuĆ©s de la agresión, cuando ya se habĆan llevado en ambulancia al teniente, en el que aparece el sargento agredido.
Ese vĆdeo lo aportó un aƱo despuĆ©s de los hechos uno de los acusados, IƱaki Abad, y hoy Perals lo ha puesto en duda. Ā«Ya no digo que no haya sido manipulado, simplemente choca a la vista la blancura de esa camisa, es chocante que sea tan blanca, no es lógico que ese vĆdeo se haya aportado un aƱo despuĆ©sĀ» cuando la agresión fue grabada por otras personas, segĆŗn relataron las vĆctimas y algĆŗn testigo, y no se han aportado esos vĆdeos.
Por ello, ha pedido a la sala que valore ese vĆdeo Ā«con mucho cuidado y mucha precauciónĀ».