El ministro de Asuntos Exteriores de Suiza, Ignazio Cassis, considera que el país «no puede entrar en materia» ante una eventual petición de asilo.
El ministro de Asuntos Exteriores de Suiza, Ignazio Cassis, considera que el país «no puede entrar en materia» ante una eventual petición de asilo por parte de dos políticas secesionistas huidas a Ginebra y que están requeridas por la Justicia española, porque «no se dan las condiciones».
«Sería fantasioso», señaló sobre esa posibilidad el ministro suizo en una entrevista al diario suizo Le Temps y que se publica pocos días después de haberse reunido en Berna con su homólogo español, Alfonso Dastis.
En ese encuentro se habló tanto de las relaciones bilaterales y de negociaciones político-comerciales que mantiene Suiza con la Unión Europea (UE) como de los casos de la secretaria general de ERC, Marta Rovira y de la exdiputada de la CUP Anna Gabriel, que ha lanzado un llamamiento a su partido para que la ayude económicamente ya que se encuentra sin dinero y sin trabajo al no haber conseguido una plaza de profesora en Suiza.
Entre les imprescindibles, tota la gent de #SallentRespon. Moltes gràcies per la xarxa de solidaritat que esteu teixint arreu i moltes gràcies a totes les persones que sereu a Sallent els 4 i 5 de maig. https://t.co/L2F9hYtDxt #FreeThemAll @freeannagabriel pic.twitter.com/FClFgXtKwi
— Anna Gabriel Sabaté (@AnnaGaSabate) 25 de abril de 2018
La primera está procesada en España por rebelión por su papel en el ilegal proceso independentista catalán y huyó en marzo a Ginebra, mientras que la segunda enfrenta cargos de desobediencia y escapó a la misma ciudad un mes antes. Contra Rovira pesa una orden internacional de detención, en tanto que contra Gabriel se ha dictado una orden nacional.
Ambas han dicho en declaraciones a medios suizos que confían en obtener la protección de Suiza porque los delitos que se les imputan son de naturaleza política.
Sin embargo, Cassis consideró que «no se reúnen las condiciones» para que se considere un asilo político para ellas, puesto que tendría que ocurrir que «el país del que se provienen no sea un Estado de derecho y que la vida de los solicitantes de asilo corra peligro allí». «Evidentemente, ese no es el caso de España», agregó el ministro, quien precisó que estos comentarios los hacía a título personal y que correspondería a las autoridades responsables de las cuestiones de asilo decidir la respuesta a eventuales peticiones de asilos de Rovira o Gabriel.