Bannon deja claro que considera a la extrema derecha, cuya manifestación en Charlottesville y las víctimas resultantes han levantado un polvareda que está lejos de extinguirse.
«El etnonacionalismo es de perdedores. Es un elemento marginal. Creo que los medios le dan demasiado bombo, tenemos que ayudar a destruirlos».
Son palabras del jefe de Estrategia de Trump, Steven Bannon, que ha roto su silencio tras meses de exilio autoimpuesto para hacer declaraciones explosivas. Y con un medio progresista a muerte como es The American Prospect, cuyo director, Robert Kuttner, fue quien recibió la llamada del polémico miembro de la Administración.
Bannon deja claro que considera a la extrema derecha, cuya manifestación en Charlottesville y las víctimas resultantes han levantado un polvareda que está lejos de extinguirse, como «una colección de payasos» irrelevante.
Pero el ex editor de Breitbart empezó con materia más sustancial: China.
«Estamos en plena guerra económica con China», asegura sin eufemismos. «No se cortan a la hora de reconocer lo que están haciendo. Uno de los dos será el hegemón en 25 o 30 años, y serán ellos si seguimos como hasta ahora».
Ese parece ser su punto central. «Para mí, la guerra económica con China lo es todo. Y tenemos que centrarnos obsesivamente en eso. Si seguimos perdiéndola, estamos a cinco años, quizá diez a todo tirar, de alcanzar un punto sin retorno».
Pero su entusiasmo bélico en lo económico contrasta con su prudencia y frialdad en cuanto a la guerra real, como muestra su posición con respecto a Corea del Norte, cuya crisis considera «una distracción».
«No hay una solución militar [a lo de Corea del Norte], hay que olvidarse de eso. Mientras alguien no resuelva la parte de la ecuación que muestra que diez millones morirán en Seúl en la primera media hora con armas convencionales, no sé de qué estamos hablando, no hay solución militar ahí, nos tienen cogidos».
Bannon quiere impedir que la Administración permita que las bravuconadas de Kim le distraigan de su objetivo principal, que debe ser China.
Bannon carga también contra los demócratas, naturalmente, y su reacción de los últimos días a la ‘debacle’ de Charlottesville.
“Cuanto más tiempo pasen hablando sobre política identitaria, más los tengo cogidos. Quiero que hablen de racismo todos los días. Si la izquierda se centra en la raza y la identidad y nosotros avanzados en el nacionalismo económico, podemos destrozar a los demócratas».
