Pablo Casado cumple el próximo lunes seis meses al frente del PP y va a celebrarlo por todo lo alto con una convención nacional este fin de semana que será la del «reencuentro» del partido y servirá para consolidar su liderazgo y preparar las elecciones del 26 de mayo.
Una convención que fue anunciada como la del «rearme ideológico», pero que no concluirá con ningún documento político, y que parte con el doble reto de poner en valor el cambio conseguido en Andalucía y, al mismo tiempo, marcar las distancias con Vox y Ciudadanos.
Casado ha invitado a este cónclave, con el lema «España en libertad» a muchos de los que dejaron huella en la historia del partido, ya que el PP cumple 30 años de su fundación, y contará con la participación de los expresidentes Mariano Rajoy y José María Aznar, que no se verán las caras porque acudirán en distintos días.
También participarán con distintos formatos ya que, mientras Rajoy, que vuelve a un acto del partido por primera vez tras dar el relevo a Casado, mantendrá una conversación con la presidenta del Parlamento, Ana Pastor, en el caso de Aznar será una intervención tras la presentación del secretario general del PPE, Antonio López-Isturiz.
FAES vuelve a estar presente
Esta no será la única presencia de Aznar, considerado como el mentor de Casado y que estuvo ausente del congreso en el que fue elegido presidente, ya que su fundación Faes volverá a estar presente en una cita del PP.
Además han sido invitados los exministros, entre ellos la ex secretaria general del partido María Dolores de Cospedal y la exvicepresidenta del Ejecutivo Soraya Sáenz de Santamaría -quien perdió frente Casado la carrera por liderar el partido- que ya ha confirmado que acudirá el viernes para acompañar a Rajoy.
La convención no es un fin en sí mismo sino que es «un medio para agitar al partido» en la dirección correcta, han apuntado hoy fuentes del PP.
Esa dirección ha sido marcada por el propio Casado en una carta que ha enviado hoy a todos los militantes, acompañada de un documento con «pensamientos» sobre el «momento crucial» que vive España y el papel «fundamental» que tiene el PP para liderarlo.
Las reflexiones que Casado realiza en esta misiva son el único documento político que existe hasta el momento para la convención, de la que tampoco saldrán ningún texto con conclusiones y que tendrá la defensa de la libertad y el servicio a España como ejes fundamentales.
Se trata de «escuchar», según la dirección del partido y establecer unas «líneas» en las que profundizar que se materializarán en acciones de los grupos del Senado y el Congreso y servirán de base para el programa electoral.
Intentará emular a Aznar en 1989
Así, si el congreso de 1989 fue el de la refundación, a partir de las siglas de AP, este será el del «reencuentro» del PP para mirar al futuro y que vuelva a «ilusionar» a todos sus votantes, incluidos los que se han podido pasar a otros partidos, como Vox o Ciudadanos.
Sin embargo, estas otras siglas ni se nombran a la hora de hablar de los objetivos de la convención, ya que la próxima batalla política ante las urnas el próximo 26 de mayo se ve como una carrera de fondo en unos candidatos «con la moral muy alta» sin mirar a los de al lado.
«Estamos en nuestra calle corriendo y no nos importa quien corra en las calles de al lado», ha asegurado hoy fuentes de la dirección.
La participación de los cargos públicos del partido se ha limitado mientras que hay una presencia «sin precedentes» de representantes de la sociedad civil, personas de prestigio de fuera del partido, entre las que destaca el premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa.
Por su parte, Casado tiene previsto acudir los tres días al encuentro, que clausurará el domingo tras las intervenciones del presidente de Nuevas Generaciones, Diego Gago, y el presidente del PP madrileño, Pío García Escudero.
Este es el único barón regional que tiene una intervención principal en la convención, junto con el líder del PP gallego y presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien inaugurará el evento el viernes junto al secretario general, Teodoro García Egea, y el candidato a presidente de la Comisión Europea, Manfred Weber.
