Un 28,8% de las personas nacidas en el extranjero y residentes en la Comunidad Autónoma Vasca poseen la nacionalidad española, según datos provisionales del Observatorio Vasco de Inmigración (Ikuspegi) a los que ha tenido acceso LA GACETA. Este porcentaje, extraído de un informe basado en datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y del Instituto Nacional de Estadística, evidencia un aumento sostenido de las nacionalizaciones en el País Vasco, donde 82.144 extranjeros han obtenido la ciudadanía española desde el año 2003.
En 2023,10.455 extranjeros se nacionalizaron en el País Vasco, con Vizcaya concentrando el 50,5% de los casos. Las mujeres representaron el 59,4% de estas nacionalizaciones, reflejando su peso en los flujos migratorios provenientes de Hispanoamérica. Los principales países de origen fueron Marruecos (14,8%), Nicaragua (13,9%) y Venezuela (10,3%).
La vía predominante para obtener la nacionalidad sigue siendo la residencia, especialmente el requisito de dos años para hispanos, aunque las nacionalizaciones tras diez años de residencia o por nacimiento han ganado terreno. Según fuentes de la Ertzaintza, este aumento ·evidencia una inmigración que, lejos de regularse, se consolida sin criterios claros, permitiendo que inmigrantes con vínculos débiles accedan a derechos plenos, alimentando la percepción de un sistema migratorio laxo».
Por otro lado, la población de origen magrebí, especialmente de Marruecos y Argelia, ha crecido notablemente en la última década. En 2016, los inmigrantes de origen marroquí sumaban 20.055, representando el 10,5% de los extranjeros en el País Vasco. Para 2021, esta cifra alcanzó las 29.701, y en 2024, el colectivo magrebí supuso el 14,5% del total. La población argelina, aunque menos numerosa, también ha crecido.
Las tasas de nacionalización revelan diferencias significativas según origen. En 2024, cuatro de cada diez hispanoamericanos tenían la nacionalidad española frente al 20% de africanos o asiáticos, lo que refleja facilidades legales para ciertos grupos, pero también una falta de criterios uniformes. «Lo fácil que es obtener la nacionalidad para ciertos colectivos es lo que está haciendo que las nacionalidades se estén disparando y que siga aumentando el efecto llamada. En el País Vasco la burocracia es más ágil que en otras regiones«, aseguran fuentes de la Ertzaintza.
Por último y según las mismas fuentes, en Vizcaya, donde se concentra la mitad de las nacionalizaciones, «los recursos locales están muy saturados·, mientras que la «baja tasa de empleo de ciertos inmigrantes, como los magrebíes, evidencia que no vienen a integrarse». «Están siempre en la calle y la mayoría de las detenciones en los últimos años las protagonizan ellos, sobre todo los menas», aseguran.