Catalá ha rehusado explicar cuál es ese problema y ha asegurado que el magistrado Ricardo González tiene «algunos expedientes ya abiertos».
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha considerado que «cuando todos saben» que el juez Ricardo González, autor del voto discrepante en la sentencia de La Manada, «tiene algún problema singular», el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) «debería haber actuado preventivamente» contra él.
En declaraciones a Cope, Catalá ha considerado que la labor del CGPJ es «ver si está en plenas facultades para ejercer su labor» dicho magistrado, que emitió un voto particular en el que abogaba por la absolución de los cinco integrantes de La Manada, según un comunicado de la cadena.
El titular de Justicia ha señalado que él no ha hablado de sanciones «pero cuando todos saben que este juez tiene algún problema singular, me sorprende que el Consejo no actúe», ha dicho.
Catalá ha rehusado explicar cuál es ese problema y ha asegurado que el magistrado Ricardo González tiene «algunos expedientes ya abiertos».
También se ha mostrado sorprendido por la reacción de magistrados y fiscales a sus críticas a la sentencia, que condena a cada uno de los miembros de La Manada a nueve años de cárcel por un delito de abuso sexual, no de agresión.
Catalá ha asegurado que el texto del magistrado González recoge «expresiones y consideraciones impropias de un voto particular» y ha reconocido que la línea entre violencia e intimidación «es muy sutil y provoca resultados como los que hemos visto estos días».
El ministro ha dicho ser «partidario de que las leyes se adapten a la realidad» y ha considerado que «si hay desajustes, como se ha visto en este caso, hay que legislar».
Por ello, ha pedido a los expertos del Ministerio de Justicia que estudien y valoren si es necesaria una modificación de la ley y que los grupos políticos decidan si es necesaria esa reforma.