Cataluña ha dejado de ser un destino atractivo para los ciudadanos del resto de España después de que, en 2023, la comunidad registrará un saldo migratorio interno negativo de 5.171 personas. Según el Instituto Catalán de Estadística (Idescat), es el tercer año consecutivo en que más personas se marchan a otras regiones de España que las que llegan, consolidando una tendencia que sólo logra compensarse con la llegada de inmigrantes del extranjero.
Por nacionalidad, el saldo migratorio con otras comunidades autónomas fue negativo entre los españoles (-6.490), mientras que fue positivo entre los extranjeros (1.319). En cuanto al lugar de nacimiento, los nacidos en Cataluña también se marcharon más que llegaron (-7.861), mientras que el saldo fue positivo tanto para los nacidos en el resto de España (1.555) como para los nacidos en el extranjero (1.135).
En este contexto, y a pesar del retroceso en el saldo migratorio interno, Cataluña cerró 2023 con un saldo migratorio total positivo de 121.633 personas, el segundo más alto de los últimos 16 años. Este crecimiento se debe casi exclusivamente a la inmigración exterior: 272.645 personas llegaron desde el extranjero. Los principales países de origen fueron Marruecos (30.686), Colombia (27.864), Argentina (15.585), Perú (14.761) y Honduras (11.423).