La situación es de extrema gravedad en Chiva (Valencia), especialmente en las urbanizaciones alejadas del casco urbano, donde aún no han podido acceder los servicios municipales tras las lluvias torrenciales.
La localidad, de poco más de 16.000 habitantes, confirmó este viernes al menos siete muertos y un número indeterminado de desaparecidos como consecuencia de las lluvias torrenciales. Tras el desastre, familias enteras han salido a limpiar las calles y las viviendas de sus vecinos.
Necesitan productos agua, comida no perecedera, leche de fórmula, botas de lluvia, productos de limpieza, señala el Ayuntamiento, que valora la inmensa solidaridad de su pueblo. «Está todo destrozado, la única esperanza es la ayuda mutua y la colaboración permanente… pero necesitamos más medios».