«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Cifuentes asegura que el PP no ha dado bandazos ideológicos

La Gaceta le recuerda a la presidenta madrileña, artífice de una ley LGBT que contraviene los principios que antaño su partido defendía, todos los bandazos ideológicos del PP que le han hecho perder cuatro millones de votos.

La presidenta de la Comunidad de Madrid y del PP en la región, Cristina Cifuentes, ha asegurado este jueves que su partido «no da bandazos ideológicos como Ciudadanos» que, en su opinión, «se presenta como el artífice de los avances» pero «en realidad no puede presumir de hacer política útil».

En el discurso pronunciado en el Comité Ejecutivo autonómico del PP de Madrid, Cifuentes ha arremetido contra todos los partidos de la oposición, incluido Ciudadanos, con quien firmó el pacto para su investidura, al tiempo que ha alabado al PP.

«Un partido que no da bandazos ideológicos, como Ciudadanos y como el PSOE, y que tampoco hace de la ideología excusa para excluir a nadie, como Podemos», ha dicho.

En concreto, a Ciudadanos le ha reprochado que se presente «como el artífice de los avances» cuando cree que «en realidad no puede presumir de hacer política útil».

«La única política útil la hacemos nosotros, que somos quienes estamos gobernando, quienes llevamos medidas útiles al Consejo de Gobierno todas las semanas, quienes remitimos a la Asamblea proyectos de ley útiles para los madrileños», ha apuntado.

Los bandazos ideológicos del PP

El Partido Popular no es el mismo desde 2011. En aquella campaña electoral, antes de ganar por mayoría absoluta, prometió una serie de cosas que enterró definitivamente el pasado mes de febrero en su Congreso Nacional.

Como la presidenta madrileña se ha debido olvidar de la extensa lista de virajes ideológicos que ha dado su formación, La Gaceta se ha preocupado en recordárselos:

Aborto

El Partido Popular prometió en su campaña electoral de 2011 volver a la ley de supuestos que generó un gran consenso en la década de los 90. Tras llevar al Tribunal Constitucional la nueva norma impulsada por Zapatero, Rajoy aseguró a sus votantes que la cambiaría.

Una vez en el poder, encargó a su ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, un borrador para regresar a la ley de supuestos entre críticas de la progresía. ¿Qué ocurrió? La ley fue enterrada en un cajón, Gallardón dimitió y el Partido Popular asumió la ley de Zapatero modificando solo un punto, el de prohibir que las menores aborten sin consentimiento paterno.

El PP se cargó entonces a todos los diputados que votaron en contra de ese cambio y purgó al sector provida. Ya lo dijo Celia Villalobos: quien no defienda el aborto no cabe en el partido.

Matrimonio homosexual

Los populares también llevaron al Tribunal Constitucional la ley de uniones de parejas del mismo sexo, que se pronunció varios años después admitiéndola -a diferencia de la ley del aborto, sobre la que todavía no hay fallo-.

Cuando se conoció la decisión del TC, Esteban González Ponsa dijo que su partido nunca debería haber planteado ese recurso de inconstitucionalidad. Sin embargo lo hicieron.

Rajoy cerró definitivamente el debate acudiendo a la boda de su vicesecretario Javier Maroto con su pareja.

Ley LGTB

Cifuentes ha sido la artífice del mayor bandazo ideológico del PP en materia de ideología de género. Poniendo en pie de guerra a los padres y a parte del mundo educativo, ha impuesto en las aulas el adoctranimiento.

La ley Cifuentes es liberticida porque obliga a visibilizar la ‘realidad LGTB’ e impide discrepar con la ideología de género con riesgo de sanción, como le ocurrió al director del colegio Juan Pablo II.

También vulnera el derecho de los padres a educar a los hijos según sus propias convicciones.

Memoria Histórica

Fue una de las grandes bazas electorales para cosechar votos en 2011 y como todas las medidas anteriores fue incumplida una vez Rajoy llegó a La Moncloa.

Criticada duramente por los gobernantes del PP, anunciaron que la derogaría si ganaban los comicios. No solo no la abolieron sino que la hicieron suya hasta el punto de que el ministro de Justicia, Rafael Catalá, aseguró que era una norma buena.

Algunos de los alcaldes de su partido han litigado para evitar aplicar algunos aspectos sectarios de la norma y no han recibido el menor signo de apoyo por parte del PP. Es el caso de Guadiana del Caudillo, que ha ganado en los tribunales el derecho a mantener su nombre y apellido.

Subida de impuestos

El PP denunció la subida de impuestos de Zapatero en su agónico final de legislatura. Pusieron mesas para recoger firmas y prometieron que los tributos descenderían si llegaran a Moncloa.

Rajoy encargó entonces el Ministerio de Hacienda al ‘socialdemócrata’ Montoro, que subió los impuestos alegando la herencia recibida tras el desastre socialista. Ahora, el PP negocia con Ciudadanos el techo de gasto para 2018. La condición de Albert Rivera para apoyarlo es la bajada de impuestos, algo a lo que Montoro ya ha dicho que no.

Hay ahora sobre la mesa temas importantes como el vientre de alquiler y la eutanasia con los que el PP no parece estar conforme. Habrá que esperar para ver si, a diferencia de lo que pregona Cifuentes, los populares vuelven a dar otro bandazo ideológico.

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