Un 49,4% de catalanes rechaza la secesión de Cataluña, un 41,1% la avala, un 7,8% no lo sabe y un 1,7 no contesta.

El apoyo a la secesión de Cataluña ha caído a su nivel más bajo desde 2012, cuando empezó el procés. Son datos del barómetro del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (CEO), el CIS catalán. Los ha presentado este viernes en rueda de prensa el director del ente, Jordi Argelaguet.
A escasos dos meses para el referéndum ilegal que el Govern pretende celebrar el 1 de octubre, a la pregunta “¿quiere que Cataluña se convierta en un Estado independiente?” un 49,4% de catalanes rechaza la secesión, un 41,1% la avala, un 7,8% no lo sabe y un 1,7 no contesta.
Se consolida una tendencia reflejada en los últimos barómetros. En el anterior, del pasado marzo, el ‘no’ ya se imponía por 4,2 puntos porcentuales. Entonces querían la secesión un 44,3%, la rechazaban un 48,5, un 5,5 no lo sabía, y un 1,6 no contestaba.
Argelaguet ha indicado que el «ligero» incremento de los contrarios a la secesión no es «significativo en términos estadísticos», pero en cambio sí que lo es a su juicio el retroceso de casi tres puntos de los partidarios de la secesión.
La pregunta de si quiere que Cataluña quiere que se convierta en un Estado independiente la plantea el CEO de forma ininterrumpida desde el diciembre del 2014 y los favorables a la independencia nunca habían estado en un nivel tan bajo, pues su peor registro previo fue en junio de 2015 (42,9%), mientras que los detractores llegan a su segundo mejor resultado tras el 50% obtenido también en junio de 2015.
La encuesta también pregunta en concreto por la participación en un referéndum unilateral y el sentido de voto. El resultado es que habría una participación del 67,5%, que favorecería al resultado del ‘sí’, ya que los contrarios a la independencia están menos movilizados ante el 1 de octubre.
Así, con esa participación, el sí a la independencia ganaría con el 62,4% de los votos y el no obtendría el 37,6% de los votos.
Si se computa el conjunto de los encuestados, el sí representaría el 39%, el no el 23,47%, mientras que habría un 2,93% de votos en blanco y un 2,06 serían nulos, lo que sumados ofrece el 67,5% de participación.
Argelaguet ha destacado que «el ‘no’ tiene probabilidades menores de ganar en un hipotético referéndum, por la menor movilización, pues el bloque del sí, que está al torno al 40%, iría a votar al completo, mientras que el del ‘no’ se «escinde entre los que irían y los que se abstienen».
En este contexto, «los del no, quedándose en casa, darían una victoria aplastante al sí, y si van a votar contribuyen a legitimar los resultados», ha razonado el director del CEO.
Por otro lado, ante la pregunta de cómo considera que debería ser Cataluña, el 34,7 % apuestan por un Estado independiente, un retroceso de casi tres puntos respecto al pasado marzo (37,3).
Los partidarios de un Estado dentro de una España federal se mantienen en el 21,7% y los que apuestan por una comunicad autónoma suben del 28,5 al 30,5%, mientas que los que desean que sea una región caen del 7% al 5,3%.
En cuanto a los sentimientos, el 39,2% se declara tan español como catalán, el 22,8% sólo catalán, el 21,5% más catalán que español, el 5,3% a la inversa y el 6,7%, solo español.
Esta encuesta ha sido realizada a 1.500 personas entre el 26 de junio y el 11 de julio: 1.121 en la provincia de Barcelona; 140 en Gerona; 85 en Lleida; y 154 en Tarragona.

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