El Grupo Dédalo 24 de la Armada española ha llegado al puerto de Guecho tras un extenso periplo por el Mediterráneo y el Atlántico en diversas misiones multinacionales. Tres buques fundamentales en este despliegue, el portaaeronaves L-61 Juan Carlos I, el buque de desembarco anfibio Galicia y la fragata moderna Blas de Lezo, han atracado en el puerto vizcaíno. La llegada de estos buques ha sido recibida con gran entusiasmo por parte del público, que ha formado largas filas para conocer los detalles de estos importantes navíos de la Armada española.
Este notable éxito de público pone de manifiesto, una vez más, la popularidad de las Fuerzas Armadas entre la ciudadanía española, incluidas las regiones de Cataluña y el País Vasco, donde las fuerzas independentistas intentan desprestigiarlas sistemáticamente. A pesar de estos intentos, miles de ciudadanos demuestran constantemente el respeto y la admiración que sienten por el Ejército español. Este contraste entre el apoyo popular y los mensajes políticos separatistas se refleja en las declaraciones del PNV de Guecho. La alcaldesa Amaia Agirre Muñoa ha calificado la presencia de la Armada como una «imposición» que «niega la identidad de Euskadi como nación» y ha afirmado que genera «malestar» debido a la «violencia ejercida por las Fuerzas Armadas Españolas» en la comunidad autónoma.
Amaia Agirre también ha subrayado que la presencia de la Armada española «choca frontalmente con la normalización de la sociedad», argumentando que niega la identidad y el reconocimiento de Eukadi como nación, aspiración de una gran parte de la sociedad getxotarra. Además, ha apelado a los valores «democráticos y pacifistas» del nacionalismo.
En contraste con estas opiniones, existen numerosos ejemplos recientes del apoyo indiscutible de los ciudadanos a las Fuerzas Armadas. El 4 de junio, la Inspección General del Ejército informó que más de 20.000 personas asistieron a las Jornadas de Puertas Abiertas en el Cuartel El Bruch, en Barcelona, en el marco del Día de las Fuerzas Armadas. A pesar de las campañas separatistas en contra, las Fuerzas Armadas continúan logrando grandes éxitos de público en Cataluña. Por ejemplo, en marzo, Esquerra Republicana presentó una proposición no de ley en el Congreso para eliminar los desfiles militares y otros actos castrenses considerados gastos superfluos de exhibición militar.
Recientemente, el 22 de junio, se celebró en Salou (Tarragona) una multitudinaria Jura de Bandera para personal civil organizada por el Ejército de Tierra. La plaza de las Comunidades Autónomas fue el escenario elegido para rendir homenaje a la bandera de España, donde cientos de ciudadanos juraron bandera en un emotivo acto organizado por el Comandante Militar de Tarragona con la colaboración de la Subdelegación de Defensa.
En resumen, mientras algunos políticos critican la presencia militar y la califican de imposición, la respuesta del público en diversas regiones de España demuestra un apoyo sólido y continuo a las Fuerzas Armadas, subrayando su papel como un elemento de cohesión nacional.