Una exempleada de Tecnocasa ha sido condenada por amenazas a su jefe tras inventarse una denuncia de agresión sexual, en un caso que inicialmente parecía ejemplificar violencia machista, pero que terminó revelándose como una venganza laboral. La Audiencia Provincial ha ratificado la condena de tres meses de multa a E.C., ex trabajadora de una franquicia en Zaragoza, junto con una orden de alejamiento de 200 metros respecto a su antiguo jefe durante seis meses.
Los hechos se desencadenaron en junio pasado, tras una convención de Tecnocasa en Santander, donde la conducta de E.C. fue descrita por varios testigos como problemática, incluidas acusaciones de consumo de drogas y comportamientos inapropiados. El 18 de junio, cuatro días después del evento, la mujer fue despedida junto con un compañero, M.G., por decisión del dueño de la franquicia, quien justificó su decisión debido al desempeño insatisfactorio previo y al comportamiento durante la reunión.
Tras conocer su despido, E.C. reaccionó violentamente, lanzando una taza al suelo y amenazando a su jefe con frases como «te vas a arrepentir, me las vas a pagar». Según la sentencia, también expresó su intención de denunciarlo falsamente por agresión sexual: «Va a quedar bonita la marca Tecnocasa, agresión sexual en la convención».
Denuncias y amenazas
La mujer no se detuvo ahí. En las horas siguientes, llamó a otra franquicia cercana amenazando con incendiar su antigua oficina y destruir los equipos. Más tarde, ese mismo día, acudió a distintas oficinas de Tecnocasa, solicitando ser readmitida bajo la advertencia de «arruinarle la vida» a su ex jefe si no lo hacían. Incluso llegó a insinuar en sus conversaciones que había sido drogada y violada por él durante la convención, una declaración que finalmente resultó ser falsa.
El dueño de la franquicia de Vista Alegre, temiendo por su seguridad, instaló una cámara de vídeo que captó las amenazas de E.C. Estas grabaciones fueron clave para la investigación judicial, revelando que la denuncia de agresión sexual había sido una herramienta de intimidación. Además, en esos mismos días, dos personas con características similares a E.C. y M.G. fueron vistas realizando pintadas en otra oficina de Tecnocasa con la palabra «violadores».
Investigación y desenlace
Inicialmente, la denuncia de E.C. por agresión sexual, apoyada por algunos medios y figuras públicas, como la ministra de Trabajo Yolanda Díaz, generó gran atención. Sin embargo, tras una exhaustiva investigación, el juzgado de Santander archivó la causa por agresión sexual en noviembre, concluyendo que no hubo violación ni sumisión química, y señalando que las declaraciones de E.C. podrían constituir un delito de falsedad.
El compañero acusado, un comercial de otra oficina que había tenido relaciones consensuadas con E.C. durante la convención, vivió lo que su entorno describió como un «calvario personal y profesional» debido a las acusaciones. Finalmente, las autoridades concluyeron que la denuncia no era más que un intento de venganza por el despido.