Cospedal parece haber quedado descartada en la carrera por Génova y únicamente Feijóo y Santamaría tienen posibilidades. Pero no pierdan de vista a la presidenta del Congreso, posible recambio en caso de que el gallego se eche para atrás.
El próximo miércoles día 20 finaliza el plazo para presentar candidaturas de cara al proceso de primarias en el que se escogerá al nuevo líder del Partido Popular. Mientras los dos principales candidatos, Alberto Núñez Feijóo y Soraya Sáenz de Santamaría, no desvelan sus cartas, otros nombres menores de la formación ya se están moviendo para intentar suceder a Rajoy o, al menos, evitar que otro lo haga.
Alberto Núñez Feijóo
El presidente de Galicia ha remitido a la semana que viene como fecha en la que, durante algún acto de partido, desvelará finalmente si concurre a las primarias. Goza del respaldo de buena partes de las baronías y de la dirección del partido. A su favor está la mayoría absoluta que obtuvo en las regionales -única que mantiene el PP- y la capacidad para atraer al centro electoral. Además de que no está manchado por la corrupción, a pesar de esa imagen con un narco que le perseguirá durante toda su vida política.
Se trataría de una línea continuista con el proyecto de Rajoy, al que ha demostrado una férrea lealtad, asumiendo así gran parte de las trazas ideológicas de la izquierda. En 2014 respaldó una ley LGTBI que da la opción a la sanidad pública de costear las operaciones de sexo, e incluye la ideología de género entre el material escolar, como contenidos de educación ‘’afectiva y sexual’’. Si bien es cierto que, a diferencia de otras leyes liberticidas como la catalana o la propuesta por Podemos a nivel estatal, no incluye la sanciones arbitrarias a los díscolos.
Muchos piensan en él como el líder ideal y apuestan porque sea el único candidato para evitar una guerra encarnizada entre las dos grandes lideresas del partido. De hecho muchos dirigentes, según informa La Voz de Galicia, están ejerciendo presión para que dé el paso y evite así que el partido se abra en canal.
Se ha comprometido con Galicia y con terminar su mandato al frente de la Xunta. Pero esto no es incompatible con presidir el Partido Popular. Eso sí, en caso de elecciones generales anticipadas debería liderar la lista al Congreso ya que ese puesto corresponde al presidente de la formación.
Soraya Sáenz de Santamaría
Su fama dentro del partido no es buena, algo que contrasta con el apoyo que mantiene entre la mayoría de ministros del recién cesado Gobierno. Entre sus ‘logros’ está el estrepitoso fracaso en la denominada ‘Operación Cataluña’. Rajoy la envío como ‘fixer’ -solucionadora de problemas- y la cosa no pudo ir a peor: referéndum ilegal, declaración unilateral de independencia, un tibio 155 como respuesta, golpistas fugados…
Qué decir de su rescate al Grupo Prisa, su solvente amistad con los ‘jefazos’ de LaSexta o su contribución a la creación del ‘monstruo’ de Podemos.
Si bien el nombre de Núñez-Feijóo ha sido el que más han repetido barones y dirigentes de toda índole desde que Rajoy anunciara su marcha, la que fuera número dos del anterior Ejecutivo no se ha descartado en ningún momento y mantiene la incógnita.
Este jueves fue el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, quien recalcaba que Soraya Sáenz de Santamaría puede encarnar la renovación que necesita el partido, y este viernes ha sido su mano derecha al frente de Administraciones Territoriales, Roberto Bermúdez de Castro, quien ha hablado en favor de la exvicepresidenta.
Y tras señalar que el partido necesita una renovación de arriba a abajo y una reflexión interna «salvaje», Bermúdez de Castro ha considerado que Sáenz de Santamaría sería una «fantástica presidenta» del partido. En esta línea, dirigentes «sorayistas» consultados por EFE subrayan que la exvicepresidenta cuenta con más apoyo del que se piensa.
«La piscina de Soraya tiene agua», dice uno de ellos, quien incluso considera que Sáenz de Santamaría aventajaría a Feijóo en términos electorales. Y aunque en general se piense que el gallego puede tener más fuerza entre la militancia, este dirigente cree que estarían muy igualados.
Cospedal, descartada
De quien no se tiene noticias en los últimos días es de la secretaria general, María Dolores de Cospedal.
La mayoría de los dirigentes consultados cree que Cospedal no tiene intención de presentarse, aunque muchos admiten que podría dar el paso, o posicionarse en favor de Feijóo, si Santamaría decide concurrir. La exministra de Defensa parece estar a rebufo del gallego y actuará según lo que éste haga.
Nada más conocerse el anuncio de Rajoy de dejar el liderazgo, Cospedal admitió que estaba en un momento «vital» en el que tenía que decidir qué quería hacer en el futuro y aseguró que su decisión iría en favor del partido. Hay algunos que ya la ven como candidata a la alcaldía de Madrid.
Margallo y Bauzá, sin posibilidades
El exministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, carece de posibilidades de alzarse con el control de Génova. Pero tampoco es lo que está buscando. Al igual que Cospedal -aunque ésta públicamente no lo manifiesta- su único objetivo es evitar a toda costa que Sáenz de Santamaría sea la sucesora de Rajoy.
Esta semana se ha conocido que está recogiendo avales para postularse, aunque ha sido desautorizado por la filial valenciana del PP -a la que pertenece- y desde la dirección le han dado un toque para que, si realmente se quiere presentar, lo haga ‘’en positivo’’ y no para derribar otra candidatura.
Luego está el expresidente balear, José Ramón Bauzá. A los pocos días de que Aznar se ofreciese para reconstruir el centro-derecha político en España, pero fuera del poder, Bauzá recogió el guante.
El balear se postuló como representante de la corriente liberal del partido y pidió una especie de refundación para atraer al votante de Ciudadanos, una necesidad en la que todo el Partido Popular coincide.
Y por último está la presidenta del Congreso, Ana Pastor. Está pasando desapercibida, pero su nombre suena ya como recambio en caso de que Feijóo rechace presentarse. Amiga íntima de Rajoy, del ala democristiano y con una gran valoración dentro del PP y entre los líderes de las otras formaciones políticas.
