El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, ha advertido al presidente de la Generalitat, Quim Torra, que sabe «perfectamente cuál es el camino que le depararía volver al unilateralismo, la quiebra de la legalidad y el desacato».
Una referencia más o menos velada al 155 que Sánchez hacía desde la conferencia de prensa ofrecida en Bogotá junto al presidente de Colombia, Iván Duque, y al plantearle lo que podría ocurrir si el president le lanza un ultimátum para celebrar un referéndum de autodeterminación.
El presidente del Gobierno -en el poder gracias al apoyo del separatismo- ha considerado que cuando Torra dice determinadas cosas no se está dirigiendo a la mayoría de catalanes y ha abogado por la convivencia y no a la fractura social. «El Gobierno -dice Sánchez- tiene muy claros los límites porque España es un estado social y democrático de derecho en el que se respeta la legalidad». Sin citar el 155, que en su día Sánchez apoyó con reservas, el presidente dice ahora que «dentro de la legalidad, el Gobierno está dispuesto a hablar con el Govern».
Horas después era el presidente autonómico, Quim Torra, el que dedicaba unas palabras a Sánchez. Creía haber entendido que a un problema político íbamos a buscar una solución política, decía Torra, para después asegurar que sitúa su polític en la «vía de la obediencia al pueblo de Cataluña». Y, entre el separatismo, esa obediencia al pueblo de Cataluña no significa otra cosa que la consecución de la República.
Querido presidente @sanchezcastejon , creía haber entendido que a un problema político íbamos a buscarle una solución política. Por nuestra parte, siempre nos encontrarás en la vía de la obediencia al pueblo de Catalunya, el diálogo, la convivencia y la no violencia. Un abrazo. https://t.co/cOfZwfjx4C
— Quim Torra i Pla (@QuimTorraiPla) 31 de agosto de 2018
Es el mismo president que llamó hace escasos días a la guerra contra el Estado y que deseó suerte a los denominados ‘comités de defensa de la república’ en su plan de recibimiento hostil al rey durante el aniversario del atentado yihadista perpetrado en Barcelona en agosto de 2017.