El régimen cubano ha decidido suspender las actividades laborales y educativas que no sean esenciales durante el viernes 14 y el sábado 15 de febrero por la crisis energética que atraviesa el país y ha provocado numerosos apagones. La medida busca reducir el consumo de electricidad y minimizar el impacto de los apagones que han afectado a la población en las últimas semanas.
La ministra de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feito Cabrera, anunció la decisión a través de un comunicado en la red social X (antes Twitter). En su mensaje, explicó que los empleados que no puedan acudir a sus puestos de trabajo debido a esta disposición recibirán una compensación económica equivalente al salario base de su cargo, conforme a lo estipulado en el Código de Trabajo.
La crisis eléctrica en la isla se ha intensificado en los últimos meses de 2024, con al menos tres apagones generales registrados a nivel nacional. En varias ciudades, incluidas zonas de La Habana, se han implementado cortes programados de suministro, dejando sin electricidad a miles de ciudadanos durante largas horas.
A pesar de la suspensión de actividades, las autoridades han garantizado que los servicios esenciales para la población seguirán operando con normalidad. Sin embargo, la creciente inestabilidad del sistema energético sigue generando preocupación en la isla, que se enfrenta a dificultades para garantizar un suministro estable de electricidad.