Un desalojo en el distrito madrileño de Tetuán, concretamente en la calle Santa Juliana, que parecía ser un procedimiento judicial rutinario, ha terminado con la detención de un hombre por presunto tráfico de drogas. El ocupante ilegal, que había residido en la vivienda de forma ilícita, se delató a sí mismo mientras recogía sus efectos personales, según ha adelantado el diario El Mundo.
El incidente ocurrió el pasado 25 de septiembre, sobre las 9.00 horas de la mañana, cuando la comitiva judicial, acompañada por varias unidades de la Policía Municipal, acudió para ejecutar la orden de desalojo y proceder al lanzamiento del ocupante. Durante el proceso, el hombre solicitó a los agentes permiso para retirar algunos objetos que tenía esparcidos por la casa, una petición que fue aceptada.
Entre los objetos que el individuo recogió había varias bolsas de plástico, botellas y una pequeña caja. Al revisar el contenido de la caja, los agentes descubrieron billetes fraccionados que sumaban 600 euros, junto con varias dosis de droga, entre las que destacaba cocaína en base. Este hallazgo encendió las alarmas de los policías presentes.
La cocaína en base, una forma más cruda y menos purificada de la sustancia, es altamente adictiva y generalmente se fuma para lograr efectos rápidos y potentes. Su bajo precio y su alta capacidad de adicción la convierten en una de las drogas más peligrosas para la salud de quienes la consumen.
Además, entre las pertenencias que recogió el ocupante se encontraba una botella, que a simple vista parecía ser de ron, pero que contenía lo que los agentes sospecharon que era cocaína líquida. Aunque es raro que este narcótico llegue al consumidor en este estado, es común que la sustancia sea disuelta para facilitar su transporte y evadir controles. Posteriormente, se somete a un proceso de evaporación y cristalización para ser vendida en el mercado.
La suma de los narcóticos encontrados, junto con el dinero en efectivo y el contexto en que se encontraba la vivienda, llevó a las autoridades a sospechar que no se trataba simplemente de un caso de okupación. Todo indicaba que la casa funcionaba como un narcopiso, donde se manipulaban y distribuían drogas.
Ante esta evidencia, el ocupante fue detenido en el mismo momento en que se ejecutaba el lanzamiento y se le imputó un delito contra la salud pública relacionado con el tráfico de estupefacientes.