«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Alega que su marcha es «por motivos personales»

Dimite el ‘número dos’ de Marlaska y abandona el Gobierno en plena polémica por la ofensiva contra la UCO

Rafael Pérez, ex 'número 2' de Marlaska. Redes sociales

El secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, ha comunicado al ministro del Interior su deseo de dejar el cargo por «motivos personales», según han confirmado fuentes del propio departamento. La salida se hará efectiva en el próximo Consejo de Ministros, en un contexto especialmente delicado para el ministerio que dirige Fernando Grande-Marlaska, marcado por la presión política que se cierne sobre la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.

Pérez ha sido una figura clave dentro del equipo del ministro desde los inicios del actual mandato socialista. Se incorporó al núcleo de Interior en el verano de 2018 como jefe de Gabinete, y en enero de 2020 fue promocionado al cargo de secretario de Estado de Seguridad, el segundo escalón en importancia dentro del ministerio. Desde entonces ha ejercido como uno de los principales responsables de la coordinación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

Su renuncia llega en un momento especialmente complejo, con Interior en el ojo del huracán por los últimos escándalos que han salpicado la relación del Gobierno con unidades especializadas de la Guardia Civil. La UCO, concretamente, se encuentra en el centro de la polémica por su implicación en investigaciones judiciales que afectan a figuras cercanas al poder político.

Aunque oficialmente se esgrimen razones personales como causa de la marcha, en el entorno del ministerio no ha pasado desapercibida la coincidencia temporal con los últimos episodios de tensión interna y desgaste institucional. La decisión de Rafael Pérez, valorada como meditada y personal, se suma a otras salidas que han afectado a cargos de confianza en el Ministerio del Interior en los últimos meses.

Desde su llegada a Interior, Pérez ha sido uno de los hombres de máxima confianza de Grande-Marlaska. Su perfil técnico y discreto lo convirtió en un engranaje esencial en la gestión del departamento durante dos legislaturas marcadas por crisis migratorias, conflictos territoriales y una compleja coordinación con las autonomías.

El Ministerio del Interior no ha anunciado aún quién asumirá las funciones que deja vacantes el secretario de Estado. La designación de su sucesor o sucesora podría revelar el rumbo que el Gobierno quiere imprimir a esta cartera clave en lo que resta de legislatura.

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