El director general del Plan y del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, esto es, el máximo responsable de los fondos Next Generation, esto es, el gestor de las ayudas millonarias de la Unión Europea, ha dimitido. La noticia no es su dimisión, que bien podría entenderse dentro del Gobierno más inestable de la democracia, sino su poco tiempo en el cargo. Apenas dieciséis meses ha durado al frente de los partidas de Bruselas, como también lo hizo su antecesora, Rocío Frutos, que tampoco llegó a los dos años en el cargo.
Jorge Fabra ha abandonado el cargo «por voluntad propia» y se espera que siga trabajando dentro de la arquitectura del Ministerio, pero fuera de la Dirección General que ocupaba. La sucesión de directores generales, el poco tiempo en el cargo y las fuentes consultadas apuntan en la misma dirección: existe un gran descontento interno por la continuada agitación del Gobierno. Ningún funcionario está acostumbrado a la exposición política, pero el Ejecutivo de Sánchez ha logrado trasladar la tensión a todos los niveles de la Administración.
Esta quizás no sea la primera salida. O la segunda. Probablemente no sea la única, concluyen fuentes del área ministerial, que confirman el descontento en la oficina ante las injerencias políticas en la Dirección General. Pese a su naturaleza puramente técnica, cuyas competencias radican en dar soporte técnico a los Ministerios en el despliegue de los fondos Next Generation, lo cierto es que el Gobierno ha alargado sus garras hasta cooptar toda independencia de la Administración. Y eso ha llevado a la dimisión de Jorge Fabra.
Otras fuentes apuntan a la precariedad del departamento. A la retahíla de competencias y soporte técnico a los diferentes niveles de la Administración, tanto a las carteras ministeriales como a los Gobiernos autonómicos y corporaciones municipales, se suma la falta de personal, unos medios informáticos limitados y una presión política que ejercen la Comisión Europea y el propio Gobierno. Mientras el Ministerio de Hacienda llegó a estimar la necesidad de 106 trabajadores, lo cierto es que a día de hoy la Dirección General sólo cuenta con 62 profesionales. Los fondos millonarios de Bruselas tienen una carencia del 46% de empleados.
Fuentes empresariales, que trabajaban codo con codo con Fabra, explican que su dimisión es un lastre para el departamento: «Es una pena porque es una persona con la que se trabajaba bien y en la que se reconocía una voluntad firme por hacer que las cosas funcionaran pese a todos los problemas». Su sucesor, elegido por Hacienda, será José Ángel Alonso Jiménez, que hasta ahora ejercía como subdirector general de Sistemas de Información de Fondos Europeos, cargo directamente dependiente de la Secretaría General de Fondos Europeos.
