Un nuevo informe de la Unidad Central Operativa (UCO) revela que el comandante de la Guardia Civil, Rubén Villalba, implicado en el llamado caso Koldo, recibió importantes sumas de dinero en efectivo por parte de una red criminal, a cambio de ofrecer medidas de seguridad personalizadas a los cabecillas de la trama.
Así, los ingresos en metálico de Villalba experimentaron un notable incremento entre 2021 y 2023, coincidiendo con su estrecha relación con Víctor de Aldama, figura clave en la trama de las mascarillas.
El análisis de las cuentas bancarias de Villalba muestra que, durante el periodo en el que su vinculación con Aldama se consolidó, el comandante ingresó un total de 82.169 euros en efectivo, sin retirar ni un solo euro en esos dos años. Lo más llamativo, según los investigadores, es que ni él ni su esposa, ambos funcionarios públicos, realizaron extracciones en efectivo a pesar del evidente aumento en este tipo de ingresos desde el inicio de la pandemia en 2020.
Los informes de la UCO señalan que Villalba recibió estos pagos en metálico de procedencia no esclarecida, lo cual facilitó que su cuenta bancaria presentara un saldo superior al habitual. Este comportamiento resulta «significativo», ya que tanto él como su pareja recibían regularmente sus salarios a través de nóminas, lo que hace aún más sospechoso el origen de esos fondos adicionales.
Paralelamente, la investigación refleja una caída considerable en el uso de las tarjetas de débito de Villalba, lo que sugiere que gran parte de sus gastos diarios fueron cubiertos con dinero en efectivo de origen desconocido. En 2020, los gastos con tarjeta alcanzaron casi 15.000 euros, pero en los dos años siguientes disminuyeron a menos de la mitad: 8.134 euros en 2021 y 7.066 euros en 2022.
Además, los registros bancarios revelan que entre 2017 y 2023 Villalba acumuló un total de 145.049 euros en ingresos de origen incierto. De esa suma, más del 60% (88.119 euros) corresponde a los años en los que Aldama realizó pagos al comandante (2021-2023), coincidiendo con su rol en la red.
El esquema de pagos era directo: Aldama entregaba el dinero en efectivo al comandante, a veces a través de intermediarios, en las oficinas del expropietario del Zaragoza CF. Posteriormente, Villalba depositaba parte de esas cantidades en sus cuentas o pedía a terceros que lo hicieran en su nombre. La UCO atribuye este aumento patrimonial al pago por servicios de protección que Villalba prestaba a la organización delictiva, incluidas la vigilancia de sus comunicaciones y la alerta sobre posibles investigaciones judiciales en curso.
Entre las tareas que el comandante llevaba a cabo para la red criminal, destaca la adquisición de teléfonos móviles para asegurar la privacidad de las comunicaciones entre Aldama y otros involucrados, como el asesor del exministro José Luis Ábalos, Koldo García. Según conversaciones interceptadas, Villalba era solicitado con frecuencia para entregar entre dos y tres teléfonos al mes, los cuales supuestamente costaban 1.150 euros cada uno. No obstante, los investigadores estiman que los dispositivos comprados no superaban los 200 euros, lo que hace sospechar que los 2.000 euros mensuales que recibía no se destinaban únicamente a la compra de esos aparatos.
Este caso ha arrojado más luz sobre las actividades ilícitas de Villalba, quien en 2023 fue destinado a la Embajada de España en Venezuela, mientras siguen en marcha las investigaciones sobre sus vínculos con la trama criminal de Aldama y los presuntos pagos ilegales que recibió durante años.