Carmena homenajeará a los «chequistas» que participaron activamente en las matanzas de personas católicas o «de derechas» durante la Guerra Civil.
El Comisionado de la Memoria Histórica del Ayuntamiento de Madrid se ha disuelto tras hacer públicas las deliberaciones de dos años de trabajo en los que el Pleno aprobó cambiar el nombre de 52 calles por considerar que tenían «reminiscencias franquistas», pese a que sobrevivieron a la primera modificación bajo la alcaldía de Tierno Galván.
El revanchismo y la manipulación llevaron a la regidora Manuela Carmena a encargar hace dos años a la socialista Francisca Sauquillo la dirección del Comisionado tras verse obligada a reponer la placa a los ocho beatos carmelitas fusilados en el inicio de la Guerra Civil, retirada sin aviso ni autorización, y el monolito al Alférez Provisional, retirado sin pedir permiso a la Comunidad de Madrid. Y la utilización de imágenes de campos de concentración nazis para hablar de los campos de prisioneros en Barcelona y de la matanza de Katyn para «ilustrar» el bombardeo de la carretera de Málaga a Almería.
Ahora el Comisionado desaparece discrepando con el Consistorio por el memorial en el cementerio de La Almudena en recuerdo de los republicanos fusilados entre 1939 y 1944 y que tendrá un coste de más de 450.000 euros. Y todo tras la intención del equipo municipal de incluir en él a 335 personas vinculadas a las checas de Madrid –que dejaron más de 2.600 asesinados durante la Guerra Civil-. De los 335, 134 participaron activamente en las matanzas de personas católicas o «de derechas».
🔴🔴Carmena sigue en su intención de homenajear a 355 integrantes de las checas que sembraron el terror durante la Guerra Civil en Madrid y, además, pretende que lo paguemos todos los madrileños.
Aquí tenéis, la verdadera cara de la Alcaldesa.
— J L Martinez Almeida (@jlmanavasques) 15 de junio de 2018
El PP ha tildado de «incomprensible» el homenaje a quienes sembraron el terror durante la Guerra Civil y más con el dinero de todos los madrileños. El edil popular Pedro Corral ya tildó en declaraciones a La Gaceta de «doble afrenta» la mezcla de «víctimas y verdugos» y dijo que la decisión «denigraba tanto a los asesinados por el bando del Frente Popular en Aravaca o Paracuellos, y a sus familares, como a los propios republicanos que defendieron honestamente la República y fueron fusilados por sus ideas durante el régimen franquista». A su juicio, es «un sinsentido igualar al criminal con personas íntegras».
Por su parte, la portavoz en materia de Cultura del Grupo Municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid, ha lamentado «que el sectarismo venza al diálogo y al consenso» y que es un «error» que el edil Mauricio Valiente imponga «su voluntad por encima de ese Comisionado que se creó de forma consensuada».
El Comisionado propuso no grabar los nombres, sino incluirlos en un código QR para verlos con el móvil, un formato que permite cambios o añadir contexto, una opinión que no comparte Manuela Carmena, y la creación de un segundo memorial propuesto por el Comisionado para recordar a quienes sufrieron la violencia durante la Guerra Civil (1936-1939) también en La Almudena, pero en otra ubicación. El equipo de Gobierno ha prometido «estudiarlo», aunque ya votó en contra de una propuesta parecida del PP el pasado mes de febrero.
Carmena ha pedido que el Comisionado no se disuelva y continúe asesorando en la consecución de una «memoria completa, inclusiva y objetiva» de Madrid, aunque la presidenta, Francisca Sauquillo, cree que «no tiene sentido seguir». Uno de los asesores Andrés García Trapiello, escritor y poeta y Premio Nadal en 2003, ha asegurado que se siente «utilizado» porque el Consistorio «ha hecho oídos sordos a todas las recomendaciones».
La Plataforma Patriótica Millán Astray ha asegurado que el Comisionado se movía en parámetros evidentes «de falta de seriedad, conocimiento y transparencia» y que su disolución es «la viva constatación del fracaso de toda la política de Memoria Histórica del Ayuntamiento de Madrid, basada en la mentira, el odio y el desconocimiento» y del «fracaso» del consenso político porque «todos los partidos representativos han participado por activa o por pasiva en dicha estructura inquisidora de la Historia».
En este sentido, ha manifestado que espera que este proceso de «deterioro memorialístico» sirva para que los partidos constitucionalistas tomen conciencia de que lo mejor para España es «cerrar las heridas» y no usar estas cuestiones tan dolorosas para intentar sacar rédito político.
Ha recordado las sentencias judiciales contrarias que ha recibido el Consistorio en las últimas semanas tras utilizar la sectaria Ley de Memoria Histórica para cambiar nombres de calles simplemente «por razones ideológicas». El último revés lo ha recibido por la calle al fundador de La Legión, el General Millán Astray, situada en el distrito madrileño de Latina, al considerar un juez que el acuerdo es «disconforme» a derecho. Se suma así al caso del General Asensio Cabanillas, de los Hermanos García Noblejas, de los Caídos de la División Azul y del torero El Algabeño. Entre las placas retiradas está la de la Batalla de Belchite, donde murieron españoles de los dos bandos, la Avenida del Arco de la Victoria o la Plaza Arriba España.
Desde la Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF), que llevó a los tribunales los cambios de las 52 calles, han asegurado que «tienen esperanzas fundadas» de que los jueces les van a dar la razón en bastantes pleitos. Ante esta situación, Carmena ya avanzó que no descartan cambiar el nombre de las calles haciendo caso omiso a las sentencias. «Quizás el Ayuntamiento podía haber cambiado directamente el nombre de las calles que considere conveniente sin invocar la ley de Memoria Histórica», dijo.